ellos

domingo, 26 de junio de 2011

Capitulo 9 -Aquella difícil división.


CAPITULO 9
Aquella difícil división

Estirada en la cama desnuda notaba a su frío hermano respirando, su cuerpo desnudo sin bello y fino como la seda le rozaba la espalda, tenía una mano suavemente posada en el pecho de la muchacha, y respiraba suavemente el muchacho completamente dormido parecía tan inocente, jamás nadie hubiera podido jurar que el tenía aquella fuerza mental, notaba sus labios respirando en el cogote, ella estaba de espaldas a él, pero aun así notaba una excitante sensación, notarlo tan cerca siempre le resultaba calido y cuando él dormía tenía verdaderas esperanzas de que algún día sería completamente bondadoso, dejaría de lado todos los rencores, y sería solo aquel muchacho que ella decidió amar, amarle pare el resto de los días.
Vistyn sentía como una parte de si misma. Estaba completamente apunto de partirse en dos, su cabeza estaba dividida, entre lo correcto, los deseos, y lo que parecía más fácil.
Qué era lo que realmente debía hacer? Aquella difícil pregunta quizás solo tenía una respuesta en lo más profundo de si misma, Vincent siempre había sido alguien próximo, y siempre había necesitado que lo cuidarán, para Vistyn era el camino fácil, sus sentimientos estaban acostumbrados a moverse en esa dirección, era lo cómodo y cercano, aunque a la vez el más doloroso, había crecido con la idea que pasarían la vida juntos, y aunque jamás tendrían hijos, se querrían secretamente de aquella manera, vivirían escondidos, pero amándose, tenia esperanzas de poder curar a su hermano, y lograr vivir completamente cómoda a su lado, realmente Vincent le transmitía una calma familiar, y sentir que cuidaba de él era algo tan reconfortante, notar como sus besos calmaban aquella torturada alma, y hacían ver esperanzas, Vistyn sabía que Vincent no tenía fe en los seres humanos, pero ella si la tenía, y sentía que a veces después de estar a su lado, solo a veces, aquel desamparado muchacho se iba a dormir con algunas esperanzas, y quizás incluso con algunos sueños, con algunas esperanzas, todo aquel poder de  Vincent, podía aportar muchas mejor al mundo, y ella al mirarlo a su lado, algunos días le parecía un ser bondadoso.

Y aquello la hacia sentir absolutamente grande, el nivel de comodidad que tenia a su lado era único y durante toda su vida no había imaginado nada mejor, pero nada mejor? Realmente? Aquello era lo mejor que la vida le podía ofrecer? Estar eternamente torturada por un ser que cada poco necesitaría de su ayuda? en que momento había decidido convertirse en una mártir? Olvidándose a si misma, nunca se había preguntado que deseos tenía solo había vivido para él, para curarlo, para escucharlo, para estar a su lado, pero quien iba  a cuidar de ella? Vincent a veces parecía que lo haría, pero aquello realmente eran solo las esperanzas de Vistyn, ya que muy posiblemente nada de aquello iba  a suceder.
En que momento había decidido que su vida pasaría a ser la prolongación de la de otro? Pero aquellas dudas se veían mezcladas en una espiral sin fin de sentimientos, el amor que sentía, no le dejaba ver con claridad todas estas mismas preguntas que sentía en su cabeza, a la vez sentía algo totalmente nuevo hacía Faris, pero como podía confiar en alguien que acababa de conocer, Vincent iba a ser para toda la vida, porque ahora ya no era solo Vincent, ese muchacho quizás solo jugaría con ella como su hermano hacía siempre, apenas sentía seguridad sobre nada, era confuso, difícil i absorbente, aquel chico le ofrecía nuevos caminos, pero eso suponía que tendría que alejarse del circo, de su familia, de Vincent, sentía que ese juego de dos sentimientos no podía durar mucho, ella jamás hubiera hecho algo tan poco claro, como podía decidir, ante aquello, deseaba partirse en dos, y cuidar de su hermano mientras vivía a su vez felizmente con su nuevo amante, para toda la vida, aquel muchacho debía sentir aquello tan intenso por ella?
Vistyn dudo, pero que era la vida sino arriesgarse?
Tenía miedo, si apartaba a Vincent de su vida, para ir con alguien que solo la querría temporalmente, aunque Vincent era cruel con ella tenía algo ya estable, algo practico y familiar, porque ahora de repente había conocido a aquel muchacho, y había sentido todo aquello, realmente siempre sería todo tan complejo. La cabeza estaba apunto de estallarle, noto como sus ojos se empañaban de lágrimas, y se pregunto como iba a contarle aquello a Faris, como iba a contarle que amaba a su hermano, y que ella había sido infiel a su hermano con la bondad que le había regalado el muchacho.

Se sintió mala, se sintió culpable, y cogío la mano de su hermano para besarla, al besarla el muchacho gimió, con una delicadeza que solo el tenía la encamino a girarse, abrieron los ojos y se quedaron mirándose desde bien cerca, la beso suavemente, a veces tenia una sensibilidad única, la acerco a su cuerpo cuidadosamente acarició su torso hasta llegar a sus caderas, las anchas caderas de Vistyn eran una burla al cuerpo delgado y huesudo de Vincent, pero las manos grandes y delgadas del muchacho llegaban a palpar suavemente más de lo que parecía que podían alcanzar, cogío su muslo y lo presiono hacia su excitado cuerpo, Vistyn olvido sus dudas y se volcó sobre aquel hombre con el que había decidido pasar la vida.
Mientras se besaban y gemían, Vistyn noto como claramente no iba a volver a clase, sus sueños eran lograr que aquel muchacho fuera siempre tan delicado, ella quería curarlo mientras se besaban, y amaban las plantas enredaderas que cubrían una parte del cuerpo de Vincent iban despareciendo, incluso aquel color pálido de su piel desaparecía levemente, siendo solo un muchacho ligeramente pálido, los ojos de Vincent siempre hipnóticos, ya que eran muy oscuros y a veces parecía que reflectaban pequeños brillos blancos en forma de espiral.
Cuando estaba junto a ella se tornaban azules, aquellos ojos azules que solo vistyn podía ver cuando la amaba.
Sabía que tras aquel escudo corrupto, ruin  y enfadado con su interior había un muchacho sensible, completamente valido, ella quería curar todas esas heridas, como podía haber olvidado aquello.
Vincent la miro, estaba encima de ella, y mientras se acercaba para abrazarla suavemente le murmuro:
- Por favor no me abandones, vuelvas a irte, quédate a mi lado para siempre. Quiero ser yo el único que desparezca. No te vaya más de aquí.
Al escuchar eso Vistyn sintió como explotaba por dentro, como lo amaba.

Los golpes en la puerta de la caravana de Vistyn interrumpieron aquell fantástico momento, en la puerta estaba Lee Ri intentado casi tirar la puerta al suelo y berreando que debían irse a clase.
Vincent se levanto, separando sus cuerpos, y dejando a Vistyn estirada, y demasiado apenada por esa separación repentina, él se cubrió con la manta, y salio de la caravana, Vistyn se incorporo para mirar por la pequeña reja de la ventana, vio como Vincent hablaba con Lee Ri, mientras lee ri solo hacia que afirmar, parecía un poco preocupada, finalmente ella sonrió y se marcho rápidamente hacia el coche, fuera lo que fuera lo que le dijo Vincent había más que convencido a su amiga, realmente aquel muchacho  era un experto en mentir y confundir.
Al entrar se sentó junto a la chica, volvía a estar tan pálido como siempre y aquellos ojos volvían a ser tan negros como el carbón.
La beso esta vez sin tanta suavidad mucho mas pasional, vistyn sabia que su hermano solo era tan puro cuando casi estaba dormido, en los momentos de meditación, ya no volverían a compartir ese amor hasta la siguiente mañana o hasta otro lejano bonito momento.
- Eres mía. Hoy compensarás todos estos días que has estado lejos de mi. Hoy eres mía.
La cogío bruscamente y se lanzo sobre ella.

jueves, 24 de marzo de 2011

Capitulo 8 -Al margen de todo



CAPITULO 8
Al margen de todo.

Andaba sola por al calle, estaba algo desaliñada, Hye Sun habían pasado tres días durmiendo en cualquier lado, aquello nunca le había importado demasiado, era capaz de sobrevivir a cualquier situación, para ella era fácil dormir en cualquier lado, pero estaba sola, y era absolutamente conciente de ello, su vida jamás había sido cómoda y práctica, de pequeña vivió con su madre en corea, y allí vivieron en uno de los barrios más abandonados, conocía perfectamente lo que era la verdadera pobreza, durante los demás  años, en Japón, vivieron cercanas al lujo, aunque su madre era la plebeya que cuidaba de los hijos de los ricos, siempre tuvieron todo lo que deseaban, y pudieron vivir en una lujosa casa, se sentía agradecida, pero  aquel ultimo año, apenas podía intentar recordarlo, tenia un vacío, estaba completamente en blanco, sin  sus amigos, sus queridos amigos se  habían alejado de ella, y ella intento localizarlos por todos sus medios, pero no lo logró, estuvo haciendo cosas que jamás hubiera pensado que haría, y se sentía sucia, sola y perdida, pero al finalmente se había escapado de allí, pero en aquel entonces no sabia demasiado hacia donde debía dirigirse, se consolaba pensando en que su inglés algo patético estaba mucho mejor de lo que ella esperaba, aunque no tenía mucho vocabulario, su pronunciación era lo suficientemente correcta para que la gente la entendiera y guiara, cada vez que tenía que preguntar algo recordaba a Rayjin, y sonreía, al recordar el fatídico ingles del muchacho, como debía estar pasándolo?
Esperaba que su inglés hubiera mejorado mucho, que pudiera tener gente con la que hablar…
Andaba dirección hacia Chinatown , cerca de soho, donde tenía esperanzas de encontrar algún trabajo y sitio dónde dormir, aunque no tenía muy claro por donde, estaba cansada, quizás eran demasiados días sin una buena ducha, demasiados días sin sentarse delante de una estufa a mirar la tele, solo había podido asearse en un fuente, pero el frío de Londres había logrado que desistiera, estaba cansada de cargar con sus bolsas, y aun más agotada de tener que dormir casi con los ojos abiertos por miedo a que le robaran las cosas, una chica asiática sola, era demasiado apetitoso para cualquier ladrón.
Al legar a aquel pequeño  barrio, se sintió como en casa, echaba de menos leer chino, aquellos carteles, los colores, aunque el barrio era realmente pequeño, le encanto estar allí.
Siguió andando sin perdida, y se adentro e el cercano barrio de Soho, allí sintió como el corazón se le encogía al conocer un  bonito cartel en su idioma natal, una pequeña calle, al salir de soho, cerca del teatro donde daban en ese momento “We well rock you”, un famoso musical, estaba llena de tiendecitas de alimentación coreana, pero aquella pequeña tienda, realmente logró llama su atención,  entro cautivada en aquel pequeño restaurante, en 9 D'Arblay,  un precioso  y gigante  cartel con el nombre Nara Nara traducido en inglés y al Hangul, una muchacha joven le atendía sonriente, Hye sun preguntó e un perfecto coreano si buscaban a alguien, ya que ella necesitaba trabajo, así fue como a las pocas horas ya tenía un trabajo, en el que se sentía a gusto y agradecida.
La muchacha, su compañera de trabajo le dio un teléfono, ya que sabía de un pisito, la chica le comento que era algo pequeño y que  se encontraba en el Shepperton  un pueblo de Londres,  estaba algo lejos, pero  eran precios económicos, y la persona buscaba urgentemente a alguien para alquilarle el piso, al terminar su primer día de duro trabajo en el que Hye Sun había tenido que aprender una gran cantidad de información nueva, Estaba agotada, los primeros días de trabajo siempre deberían cobrarse doble, aprender y trabajar a la vez es un tarea a veces dura, pero Hye Sun estaba feliz de ver que las cosas ibán cogiendo un rumbo,  se dirigió a paso ligero y algo cansado, hacia la dirección que la muchacha le había indicado, iba con un mapa roto en la mano, en tres dias había logrado destrozarlo, pero cada vez lo tenía más memorizado, y se sentía orgullosa de poder avanzar sin mirarlo cada 5 segundos.  Llego a la dirección, cuando ya estaba adentrada la noche, y se encontró con una amble señora que le esperaba en al puerta, la anciana que le contó que tenia ese piso antiguo y solo, estaba dejado de la mano de dios desde hacia demasiados años y deseaba tener a alguien allí viviendo, Hye Sun a ver aquel pequeño y destartalado, lleno de muebles viejos, se sintió enseguida a gusto, y le entrego a la señora la paga del primer mes y se quedó fascinada con su pisito, era pequeño pero ella con eso tenía más que suficiente, para ella era prácticamente un palacio.

Estuvo echada en aquel viejo sofá, mirando a través de la ventana, el paisaje era algo desolador , las fabricas de robótica se venían a lo lejos y humeaban sin fin, Hye Sun se levantó y bajo la vieja persiana de madera,  se sentó apoyada en la parte interna del marco de la ventan, y sintió como se perdía en sus pensamientos, que haría ahorra con su vida, ya tenía un trabajo, ya tenía casa, que debía hacer entonces?
Miro a su alrededor, por fin podría dormir en una cama, aunque le esperaban unos días de muchísimo trabajo, aquel piso necesitaba una mano de pintura, quizás dos, erá realmente urgente, miró  aquellas paredes grises y envejecidas, observo desde la ventana en silencio aquel pequeño comedor con un sofá antiguo junto  a la ventana ahora cerrada que dejaba entre pasar pequeños rayos de luz de la nocturna y luminosa zona de fabricas, miro aquel suelo, enmoquetado, y pensó que deseaba sacar aquella moquea cuanto antes, no entendía como los ingleses podían vivir con la casa llena de moqueta, estaba claro que en cuanto tuviera tiempo y un poco de dinero tendría un suelo de parquet para poder andar descalza como en su vieja casa, una tele vieja estaba junto al sofá, rió al darse cuenta de que era tan antigua que ni siquiera tenía mandos, era de madera, cuantos años debía tener ese televisor?
Del comedor, que estaba casi enganchado al recibidor, se pasaba  a un pasillo estrecho y oscuro que daba a dos puertas en su lado derecho y una puerta al fondo del pasillo, las dos primeras puertas, eran una cocina de gas, al menos más luminosa que todo lo que había  visto hasta el momento, y con una decoración del siglo XVIII, le pareció bucólico tener una cocina tan antigua, busco con mirada y sonrió al comprobar que no había microondas, una vida sana a la antigua, que hermoso, estaba realmente emocionada con su casa, entro la siguiente puerta, era un pequeño baño, solo con ducha que daba a otra puerta donde estaba la habitación aun  más pequeña con el lavabo, en es habitacioncita, había otra puerta, la abrio y se encontró con la pequeña habitación, la habitación tenía dos acceso desde el el baño o desde la puerta del final del pasillo, la habitación estaba completamente vacía, solo tenía un colchón viejo en el suelo, y una cómoda aun más antigua, ahora entendía porque era tan barato el piso. Sonrió al pensar que al menos tenía dinero ahorrado y podría arreglar todo aquello.
Hye Sun era muy espabilada podría con todo.
En una libreta esbozó el plano de  como tendría el piso, y hizo una lista de todo lo que necesitaba, debía comprar pinturas,  un armario, una tele, y un fotón.
El día siguiente se despertó y fue a pronto a por  todo,  como era nórmal en ella a los pocos días ya tenía la casa completamente arreglada, Hye Sun era de las personas más enérgicas y trabajadoras del mundo, había arreglado todo, y ahora las persianas subían y bajaban rápidamente, el comedor pintado de color amarillo verdoso daba luz a la sala, y el sofá estaba cubierto con una funda infantil que ya no daba aquel aspecto tan fúnebre a la casa, y una televisión plana de segunda mando estaba frente al sofá además había comprado una estantería antigua preciosa en el mercadillo donde había dejado todos su libros, aunque no había podido  traer demasiados, tenia pensado poder hacerse  con bastantes y poder ir llenándola, el pasillo también era de color amarillo iluminado así la casa, la cocina la dejo tal cual, solo se dedico a limpiar, y lo mismo hizo con el baño. La habitación disfruto arreglándola, la empapelándola con una papel antiguo que quedará bien con la gigante lámpara central,  de color granate y gris, le daba a la habitación un aire anticuado pero agradable, arreglo la cómoda, y le curo la carcoma,  busco un armario que quedara bien con aquel mueble antiguo. Tiro el colchón y acabo comprando una cama en vez de un futón, así fue como Hey Sun en menos de 15 días estuvo instalada en Londres, trabajando todos los mediodías y las noches en aquél pequeño restaurante.
Hye sun a su manera se sentía liberada, aunque se sentía algo sola.
Apenas hablaba con nadie más que con los clientes que iban a comer al restaurante
No sabia como lograría sus objetivos, no sabia como lograría encontrar  a su amigos, Hye Sun se sentía  feliz pero nunca lograba olvidar para lo que había ido allí, donde estaban sus amigos?

Hye Sun se despertó temprano, mucho antes de que sonara el despertador, y recordó a Lee Ri, ese día sintió la necesidad de salir a ver el amanecer, aun en pijama cogió las llaves del piso y calzándose con sus botas sin apenas abrochar, salio por la puerta, cerrándola cuidadosamente, sintió el frío de la calle mientras bajaba por las escaleras, pero salio a la calle, y allí espero a que el sol saliera. Al ver el amanecer sintió que aquel era su sitio, que tras años de sentirse sola, al fin había encontrado un lugar, sabia que allí lograría algo. Al fin sería alguien.

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Todas las mañanas aquella rutina, pensó para si misma, Lee Ri acostumbraba a levantarse a ver el amanecer todos los días, estaba enamorada del sol y los colores que le ofrecía el alba, para ella era de las cosas más bonitas, poder despertarse cada mañana, y salir al campo a observar el amanecer, agradecer cada mañana poder seguir viviendo feliz en aquel mundo tan bonito.
Durante su infancia y adolescencia había visto el amanecer de miles de lugares, y ahora por fin estaban quietos, cada mañana disfrutaba del dulce amanecer de Inglaterra, y aquello la hacia sentir muy feliz, era su sueño estar en un lugar fijo y dejar de viajar sin rumbo. Además que aquel hermoso paisaje y el color grisáceo de Londres le parecían acogedores y dulces. Lee Ri estaba agradecida de poder quedarse al fin en un lugar fijo.
Salió al patio descalza y aun en pijama, se sentó en la hierva, helándose por el frío de la madrugada y sintiendo como la rosada se clavaba en sus huesos, cerro sus ojos y inspiró, al ver salir el sol se sintió agradecida de poder ver otro amanecer en aquellas tierras.


Durante su tradicional meditación Lee Ri estuvo un largo rato reflexionado sobre aquel muchacho, Faris, como un muchacho totalmente desconocido le recordaba tanto a alguien, se había sentido totalmente apenada al verlo, y eso hizo que el corazón se le acelerara, no estaba preparada para aquello, intento dejar de pensar en aquello, pero sabia que algo sucedida con aquel  muchacho, que iba hacer ella? Como podía lograr saber que sucedía, lo sentía muy cercano, como si fuera de su familia, y eso la desconcertaba, dejo de meditar y se levantó inquieta, como podía solucionar aquello?

Lee Ri era una chica simple, sencilla, de gustos simples y llanos, su sueño era poder vivir como alguien normal, había pasado una larga infancia entristecida intentado recordar algo, intentado encontrar la pieza en el puzzle que le faltaba, siendo así cada día mas débil, y notando cada día la ausencia de algo que había perdido o dejado de lado, su familia nada le aportaba, el circo de los sueños en el fondo era su pesadilla, por lo que ella solo anhelaba poder escapar de allí, romper con aquello y al fin encajar la pieza, en aquel  instante supo que parte del ropecabezas que llevaba toda la vida torturándola acababa de plantarse frente a ella, Faris no solo era un muchacho, faris era algo mas que todo aquello.

lunes, 21 de marzo de 2011

Capitulo 7 -No todo lo que brilla es oro- (2/2)


Capitulo 7 
No todo lo que brilla es oro (2/2) 

Aquel carácter tan especial  no dejaría de sorprenderles  nunca.
Vistyn miro el rostro del muchacho, aunque sus facciones eran muy duras tenían algo que le hacían muy amigable. Arqueo sus cejas, dando una aspecto de una muchacha algo entristecida y sonrió intentando disimular su rostro apenado.
- No..lo se.
Fujin volvió de la cocina con el  te de fresas que aromatizo toda la habitación,  se sentó junto a  la muchacha, dejando justo enfrente suyo la taza de te:
- Cuidado no te quemes, esta ardiendo.- La voz de Fujin era pausada y muy armoniosa, realmente resultaba muy agradable, la miro, sus ojos erán dulces, su mirada era suave y educada, muy diferente a la mirada despierta y desafiante de su hermano, percibió la pena y lo desconcertada que estaba. Le regalo una de sus más dulces sonrisas, se agacho y con un agradable movimiento de mano, acerco el te a Vistyn, sin separ su mirada de la muchacha, y sopló cuidadosamente sobre el te, al soplar una bandada de aire frío invadió la habitación, Fujin aun con más delicadeza se separo de la taza y volvió a sentarse cortésmente junto a ella.- Ahora quizás esta a mejor temperatura.
Vistyn miro a los demás chicos, llevaba en poco tiempo demasiada gente igual de distinta que ella, gente que hacía que se sintiera a gusto, como jamás había logrado sentirse, Rayjin apoyo la cabeza en la mesa, algo inquieto volvía a estar removiéndose, se quedar en silencio mienras Vistyn se tomaba el te.
Al terminar el te, le indicaron donde podrían pasar la noche, y cada uno se dirigió en silencio, había mucho en lo que pensar. Demasiado. Mañana ya hablarían con más calma de todo aquello, ahora sabían que no era el mejor momento, así que los dos hermanos se dirigieron a sus habitaciones y Faris y Vistyn se quedaron en una gigantesca habitación de invitados,

Vistyn se sentó junto a Faris en la cama, vistyn transmitía amor y paz a todos, Faris lo sabia, ya que había notado como el carácter de Rayjin lograba ser algo más dócil y suave de lo normal, ese día el muchacho se había comportado como el niño que era, sin sacar su carácter guerrero al que los tenía acostumbrados, además el bien estar que sentía junto a ella, jamás había logrado sentirlo con nadie, sabía que era algo que emanaba de ella, siempre tenía tanto respeto por todo, que acababa causando una atmósfera totalmente acogedora, era como estar dentro del nido. Miro a la chica, le sonrió con su enorme boca, mientras cerraba los ojos, ella apoyo su cabeza en el pecho del muchacho, y poso su mano en el pecho. Sus pequeñas manos eran largas y finas, el torso delgado de Faris respiraba algo acelerado.
- Estas bien? - pregunto Faris
- Estoy algo sorprendida, últimamente solamente me passan cosas algo extrañas, y no se si estoy lista para tanto cambio.- miro a faris con su más triste y preocupada mirada.- siempre he sabido que yo y Vincent éramos diferentes pero creí que éramos únicos, jamás me atreví a relacionarme con otros niños, y eso que el circo siempre estaba lleno de ellos, Lee Ri fue la única que logro entrar a mi corazón, y eso es porque ella también es muy especial, siempre me ha parecido una persona muy dulce y por ello siempre me he mantenido a su lado, pero realmente mi mundo hasta ahora a sido Vincent, aunque es alguien realmente difícil, con su duro carácter…
El silencio invadió la habitación y Faris toco la mano de su querida Vistyn.
Ella siguió hablando.
- Él,  no es bueno…- al decir aquello  Vistyn le callo una lagrima.-  Nuestros padres nos han educado, creyendo en hadas, cuentos magia, quiromancia, y hablándonos de ver más allá de la vista, yo desde muy pequeña he sido conciente de mi capacidad de lograr que los humanos se calmen, de lograr que el amor y el crecimiento fluyan de forma  algo distinta, incluso, a veces creo que entiendo algunos animales… Pero Vincent..ay mi Vincent… Maldita alma perdida, nació enfermo, Vincent tiene 2 años menos que yo, y aun recuerdo como se me partió el corazón al saber que jamás tendría cabello, que jamás podría tocarle el sol directo a su fina y enferma piel… y con los años… su piel quedaba marcada, por unas manchas negras en forma de enredadera, Vincent esta maldito, y lo se, nada cura aquellas marcas que tanto dolor le hacen sentir, solo yo…
Vistyn se tapo los labios, miro apenada a Faris y mientras afirmaba con la cabeza dijo:
- Solo le curo yo.
Cerro sus ojos apenados, y los volvió a abrir, era conciente de que gracias a ella él no sufría tanto, su hermano la necesitaba, y aunque ella le amaba, sabia que Vincent solo lograba hacerla sufrir,  y ahora que había probado la felicidad, temía perderla.
Vincent era duro, seco y firme, iba y venía, y solía desaparecer durante días, los cuales Vistyn sufría muchísimo, y se sentía sola, era la primera vez que tras una marcha de Vincent ella no había estado esperando lo, y por ello se sentía egoísta.
Pero quien cuidaría de él, ella era la única que podía cuidar sus heridas, y estaba segura que el sufrimiento que le había de  pasar Vincent no era ni la mitad de lo que el mismo sufrían ahora ellos. El dolor emocional, la continua lucha con su monstruo interno, más el dolor físico de aquellas marcas, siento una pena enorme por él.
Miro a Faris, y le murmuro:
-Tengo que volver. Le quiero mucho, y es mi hermona, quin curara sus heridas?
Faris asintió con al cabeza, no tenia muy claro que le sucedía, pero si creía que era necesario volver y ya se había calmado eso harían, Faris hablo con rayjin el cual sedado por el efecto de Vistyn afirmo tranquilo que podían irse esa misma noche, incluso les invito a volver otro día.

Al cabo de unas horas ya estaban en las afueras, donde Faris dejo a vistyn junto a su caravana, se dieron un largo abrazo, ambos sabían que huir de aquello no era la solución, debían afrontar el problema, para así poder ser felices juntos, Vistyn  no sabía como iba a afrontar aquello, ni como explicarle a Faris la relación que tenía con su hermano antes de estar junto a él, como explicarle que lo único que calmaba el dolor de su hermano era el cuerpo de la muchacha, lo miro apenada, y le recordó que solo con él lograba sentirse bien, le beso en la mejilla, y se separaron esta vez, una horas después muy entristecidos.
Faris se marcho agotado a casa, sabía que sus padres agradecerían que llegara ese mismo día y no el siguiente, pero tenia claro que ese lunes no iría a clase, estaba demasiado agotado y tenia demasiado en lo que pensar.

Vistyn entro en la siniestra charraban de Vincent, donde lo encontró dolorido en el suelo intentándose calmar el dolor con hielo, una mancha en forma de  planta enredadera ya le cruzaba la mayor parte del brazo, y las rosas que antaño habían salido de la enredadera se habían secado, le impacto a Vistyn que en la enredadera hubiera la sombra de un muchacho, eso jamás lo había visto antes, pero el rostro de completo dolor de vincent le apeno y dejo de fijarse en aquello, Vincent estaba sentado en el suelo, pálido totalmente solo llevaba un largo vestido negro ajustado que solo acentuaba más su esquelético toroso, y esa pálida y marfilada piel, levanto al cabeza agitado, no llevaba su ostentosa peluca negra, y mirando hacia arriba dejo ver todo los huesos de su cara, y su largo y delgado cuello que se estiraba mostrando aquella cabeza sin ningún rastro de tener cabello, aquella mirada sin cejas, sin maquillaje, sin pestañas… sin nada, aquel rostro vacío, aquéllos grisáceos y secos labios gruesos, y su penetrante mirada oscura, aquellos gigantescos ojos que algo ojerosos la miraban sin pestañear.
Vistyn  lo miro entristecida, y se sentó junto a él, eran totalmente contrastados, ella era tostada y el blanco y la extensa melena de Vistyn parecía una burla a aquella cabeza sin ni siquiera cejas.
Vincent la miro como una bestia salvaje intentando mostrar fuerza intentando evitar que se notara todo el dolor que estaba sintiendo, pero vistyn sabía comos furia, notaba el sufrimiento de su hermano, y notaba el cuanto le quería, a veces soñaba con curarlo, soñaba con lograr que se quisiera a si mismo, y que de una vez por todas viviera en paz, quizás entonces él fuera un hombre fantástico, toco cuidadosamente la enredadera del brazo, y beso una de las rosas marchitadas que se veían estampadas en el brazo, al besarlas vincent no pudo evitar jadear, la rosa se volvió abrir mostrándose más azul y más grande que nunca, los besos que Vistyn en el esquelético brazo de su querido hermano, iban curando aquella triste enredadera convirtiéndola en una especie de tatuaje rodeado de preciosas rosas azuladas, Vincent estirado en el suelo totalmente sedado por aquella paz, jadeaba y gemía, sus ojos entre cerrados dejaron caer una lágrima, realmente solo Vistyn lograba hacerle sentir paz.
Durante unos segundos todo su cuerpo dejo de dolerle, como amaba a su hermana, como la necesitaba, y èl odiaba necesitar a alguien.
Vincent, no quería hacerle más daño, pero no pudo evitar tocar sus labio y besarlos, le dolía perderla, pero sabía que no podía ser solo suya, o quizás si.
Vistyn dejo que su flaco hermano la rodeara con los brazos, mientras Vincent le miraba a los ojos y afirmo con un tono algo duro:
- Eres mía.
Vistyn aparto la mirada, se quedo mirando al suelo, pensando en Faris, ella lo sabia,  jamás podría ser completamente de otro, Vistyn era de Vincent, ella era su medicina, ella era su mascota, siempre había sido así, como iba a lograr salir de aquella citación, le parecía algo insostenible, ella solo podía ser de Vincent. Noto como se le partía el corazón.
Vincent sin permiso la agarro de la cabeza y la beso intensamente, y Vistyn sintió el dolor, la pasión y la dureza de vincent, sus besos no eran como los de Faris, dulces y suaves eran pasionales fríos y salvajes, el carácter doliente de Vincent dejaba a Vistyn totalmente sometida en una relación absorbente y algo vacía, pero sentía que aquel era su verdadero deber y no podía escapar de aquello.
Vincent disfrutaba sin más de aquella cura, de su medicina, de su vida de escape,  desnudando a su querida y frágil hermana, dominado su mente con frialdad y calculo, obligándola y sometiéndola a aquello.
Vincent disfrutaba tanto poseyendo a su querida hermana, en esos momentos mientras estaban en la cama, Vincent decidió que no quería que fuera de nadie más, lucharía por quedarse la, ella era solo suya.




Capitulo 7 -No todo lo que brilla es oro- (1/2)


 CAPITULO 7
No todo lo que brilla es oro.

Después de aquel fantástico fin de semana juntos, volvieron a sus vidas, la acompaño hasta enfrente del circo, la muchacha bajo de la furgoneta casi flotando, notaba la fantástica experiencia de esos días incluso en sus movimientos, ellos tenía algo tan especial, que lograban vivir totalmente en armonía al estar juntos. Vistyn se acerco a la ventanilla y le beso apasionadamente,  no le importó si estaba allí Vincent o si los veían, jamás había querido a nadie tanto y no deseaba  ocultarse. Su madre paso cerca y sonrió al ver a su hija con un chico.
Vistyn tras el beso cargo del maletero su mochilita y se despidió con la mano, mañana se verían otra vez en la universidad, confiaba plenamente en ese muchacho, jamás se había sentido así con nadie, Vincent siempre habia sido puro juego, puero obsesión, y un mal vivir constante, respiro hondo y se dirigió hacia su caravana, Faris pito dos veces mientras se alejaba, eso la hizo sentir a gusto, llego de la larga excursión cansada, empezaba a pensar que quizás aquellos poderes que escondía tan sigilosamente, eran algo más importante y menos únicos de lo que creía, pensó en la chica halada, en su hermano y en Faris .
Al entrar en la caravana noto aquel frío, aquella glaciación, levanto la mirada, asustada y dolida, allí frente a ella esta Vincent , sentado en un silla, con aire juzgante, la miraba enfadado, castigándola con la mirada, parecía asentir que ella era suya.
Vincent se levantó dejándole la silla Vistyn libre, ella entendió rápidamente la ordén y  se sentó cuidadosamente como un perro muy bien educado, mantuvo la cabeza gacha, durante unos segundos, él la miró duramente, sin apenas decir nada, Solo la miraba juzgante.
Vistyn noto un nudo en su estomago, realmente se sentía mal, ella jamás se había separado de su hermano y ahora se sentía muy culpable, siempre era él, el único que podía irse y jugar con otras personas, ella siempre se quedaba en casa esperando, ahora tenía alguien que amaba, no quería seguir con ese juego, pero aunque él siempre le hacia daño, ella no podía evitar sentir aquella malsana atracción empezó a llorar en silencio, estaba sentada junto a su ordenador en la caravana, intentando no pensar en todo aquello, Vincent estaba allí mirándola con desprecio, como hacia siempre, estaba cada vez mas encorvada, haciendo con su cuerpo una pequeña bola, sintió un gran dolor de cabeza, provocado por aquel silencio incomodo, la invasión a su intimidad que Vincent lograba hacer era tal, que a veces le asustaba, quien tomaba las decisiones de su vida, ella o él.
A veces le daba la sensación de que ella era solo la marioneta de Vincent, intentó mirarlo de reojo, y la mirada del muchacho la dejo magnetizada, se quedaron mirando el uno al otro, su cabeza le dolía cada vez mas, hasta que una lagrima de dolor callo de sus ojos.
-Eres despreciable. - murmuro Vincent mientras le apartaba la mirada para salir por la puertecita de la caravana.
Vistyn sintió el impulso de arrastrase tras él, lamentaba ser tan despreciable.
pero le dolía demasiado la cabeza como para moverse, solo logro gritar:
-ESO!! Vete y no vuelvas!!
Al decir eso se tapo la boca y empezó a llorar.



Faris conducía sonriente, aunque siempre había mantenido la esperanza, le parecía tan increíble que hubiera conseguido conocer a su sirena, y que pudieran estar juntos, parecía todo tan sencillo, fue algo casi inmediato, al principio le dio miedo todo aquello, pero después de estar juntos en la cala, sentía que eso no se perdería nunca, era para siempre.
Estaba contentísimo, hasta que algo irrumpió en su mente, de pronto sintió que su corazón se partía, sintió la soledad de Vistyn, tubo que frenar el coche, ya que aquel dolor erá algo insoportable, noto literalmente sus vísceras removiéndose y como el corazón se partía en pedazos, sabía que aquel era el sentimiento de vistyn, las lágrimas empezaron  brotar de sus ojos. Faris intento calmarse, pero aquellas lagrimas erán algo incontrolable.

Dió dar marcha atrás, y se dirigió hacia el circo, freno un poco antes, y aparco en una pequeña explanada del campo, corrió hasta la caravana de Vistyn  y con máximo  sigilo entro en ella, ahí estaba Vistyn tirada en el suelo llorando.

En el rostro de la muchacha habían parecido 4 puntito en cada lado del moflete, Faris se asusto al notar aquella fuerza en ella.
Vistyn intento hablarle, pero  apenas podía respirar entre llanto y llanto.
Faris todavía con lágrima en los ojos la cogió en brazos, y la llevo hacia el coche, Vistyn apenas intentaba evitarlo, solo quería huir de allí, se cruzaron con Lee ri que los miró en silencio, al ver a Faris se quedo fría como el témpano.
Algo helada se acerco a la pareja, y mirando los ojos de faris, le toco la cara.
Faris noto algo familiar en ella ¿quién era esa chica?
- Me la llevo esta… muy triste. Intentaré que se anime en casa.
Faris dio aquella explicación hablando lento, intentando apartarse de la mano de esa chica, algo asustado se alejo hacia el coche.
Lee Ri asintió sin apartar la mirada.

Faris se alejo en coche a toda velocidad, no sabia a donde dirigirse, realmente no podía llevársela a casa de sus padres, llamo a casa con el manos libres, diciéndoles que se retrasaría en su viaje, y volvería unos dias  más tarde.
Paró el coche y intento calmar la llorera de Vistyn, que hecha un bola estaba sentada en el copiloto, llorando en silencio, sus lagrimas algo densas, caían de sus ojos rosados sin lograr parar.
Faris  no tenía claro que estaba ocurriendo solo sabia que había sentido aquel lamento, jamás había sentido una pena de manera tan intensa, no podía imaginar que  tras aquellos llantos había un persona manipuladora y fría que aprecia tenerlo todo calculado.
Cuando sintió que Vistyn aflojaba el llanto, llamo a la única persona que podría ayudarle, la única persona a la que se atrevería a llamar a esas horas.
- Ray?... Lo se es tarde…. No grites tío, …si no fuera algo jodido no te llamaría…. Si..lo se…si- Vistyn algo más calmada, pero sin poder parar de llorar miro a Faris sorprendida, intentado averiguar quien era, y que decía.- mm..te acuerdas de la sirena? …si Vistyn… necesitaríamos pasar la noche en tu casa…esta algo jodida… y nos iría bien estar un poco al margen de ..
no grites… joder, tío, no grites…
Colgó el teléfono, y sonrió. Arranco el coche en silencio mientras Vistyn mucho más  calmada miraba por la ventana, realmente se preguntaba porque su hermano lograba hacerle  sentir tan despreciable?... porque había vuelto? Se había sentido tan libre aquellos días sin él, pero era su hermano y debía saber aguantarlo, ella le amaba,  le quería muchísimo, y sabia que era la única que era capaz de humanizarlo, lograr que a veces fuera más bondadoso, ello podía cuidarlo, ella curaba todas las heridas que  se hacía cuando usaba sus hechizos y poderes, que haría él sin ella?
 La necesitaba, a veces creía que a completamente de él. Durante unos segundo deseos que Vincent no existiera, o que incluso muriera.
Al pensar aquello las lágrimas volvieron a brotar de sus ojos.
Pronto llegaron  a la lujosa casa.
En la las escaleras del porche estaba Rayjin tomando un té caliente, cubierto por un grueso albornoz, Rayjin odiaba el frio con todas su fuerzas, y empezaba a estar profundamente enfadado por aquella larga espera de máximo10 minutos que se había obligado hacer esperando a  sus invitados.
Faris bajo del coche y Ray le grito:
-Aparca en el garaje, tenemos plazas.- bajo los escalones dejando la taza en el suelo, y marco un código en la puerta de garaje que se abrió rápidamente, permitiendo así que Faris entrada el coche en el piso.
Las nubes estaba cubriendo el cielo pronto llegaría una clásica  tormenta británica.
Rayjin entro junto con ellos, dejando abandonada la taza fuera, en algún momento alguno de los sirvientes se ocuparía de aquel pequeño detalle.
 Faris bajo rápido del coche, y ayudo a  salir a Vistyn.
Rayjin le sonrió y con una voz algo de niño se presentó:
-Rayjin! Encantado!- a veces lograba ser verdaderamente muy entrañable.
Gracias a esas reacción tan esporádica, Vistyn no pudo evitar que se le escapara un sonrisa, subieron los tres juntos hasta el comedor, donde Fujin estaba junto al ordenador estudiando, rodeado de libros, y apuntes.
Se levanto y se inclino cortes mente, como si aun siguierán viviendo en Japón y acabarán de llegar unos importantes invitados, cogió una sills y la  colocó justo cerca de la muchacha para que lograra sentarse.
Se sentaron todos alrededor de la mesa, menos Fujin que se inclino otra vez suavemente, y murmuro:
- Voy a preparar más te, alguien más quiere- Rayjin negó rápidamente con al cabeza,  Vistyn levantó la mirada aun algo llorosa.- te para ti, chica? Si quieres tengo te de fresa. Seguro que te gusta.
Vistyn sonrió, no sabía quien era esa gente pero se sintió cómoda , acogida, y resguardada. Jamás la habían tratado así de bien.
Rayjin no paraba quieto en la silla, algo tenso por la situacíon no acaba de encontrar el momento ni la posición en la que quedarse quieto. Vistyn le miro algo perpleja, intentando secarse las lágrimas. El muchacho al ver que está le miraba, se quedó helado, con los ojos muy abiertos, aunque era asiático logro abrirlos de un modo sorprendente, se quedo completamente paralizado, intimidado por la mirada de la chica, de pronto solto:
- y porque lloras— sonaba a una pregunta de un niño, sorprendido por todo aquello inocente preguntaba sin vergüenza, Faris lo miró  sorprendido. Y fujin  la cocina no pudo evitar aguantarse la risa. A veces Rayjin resultaba verdaderamente directo y indiscreto.

sábado, 19 de febrero de 2011

Capitulo 6 - En el que Vistyn descubre que hay más allá del circo y Vincent.


CAPITULO 6
En el que Vistyn descubre que hay más allá del circo y Vincent.

Vistyn se despertó al cabo de una pocas horas, Lee ri le picaba en la puerta y se sobresalto al darse cuenta de que la muchacha que acababa de conocer ya no estaba allí, se levanto rápidamente, y la busco apenada, le había encantado aquella chica, había sentido muy cómoda a su lado, y al ver la nota apunto el numero del móvil en su agenda y salio corriendo descalza de la caravana, al salir soltó un berrido al notar el frío del suelo, y volvió a entrar tan solo para calzarse , introdujo sus piececillos en sus gigantes botas que estaban junto a la entrada, y con el pijama todavía puesto se dirigió corriendo directa hacia las duchas, tenía que darse prisa o llegaría tarde.
Estaba nerviosa, ¿qué iba  aponerse?
Le parecía tan ridículo no saber que ponerse, mientras se duchaba solo hacia que pensar en que ponerse, y en como se arreglaría, salió a toda prisa de las duchas, aun con pelo lo húmedo, haciéndose a cada lado sus habituales trenzas, algo cortas, y dejando salir de ellas el pelo más corto de la parte superior, dando un efecto cardado, desde que tenía el pelo de color turquesa esté tenía un tacto aun más suave.
Entro en la habitación, y se quedo mirando su ropa, no sabía con que aspecto ir a clase, se miro al espejo y vio sus extraños ojos rosados, sin pupila.. se asusto, cogió sus gafas de sol y las coloco sobre su cara, era unos ojos demasiado extraños hasta para ella.
Se mordió el labio dudando de cómo ir  clase, seguramente volvería a ver a Faris, y le resultaba extraño, pero no quería que la viera con cualquier cosa.
Terminó cogiendo unas medias a cuadros azulados, y un vestido turquesa estampado con pequeñas florecitas rosadas, abrocho sus botas amarillas, y como noto que hacía algo de frío debajo de la falda del vestido se coloco unos pantalones tejanos cortísimos algo bombachos, no cubrían demasiado pero algo abrigaban.
Al salir cogió de la entrada un pañuelo gigante, de tejido grueso y se lo coloco envolviéndole el cuello y parte de los hombros.
Lee Ri estaba  sentada ya en el coche escuchando música, mientras leía una revista sobre robótica, Lee Ri le hubiera encantado ser buena en ciencias par poder estudiar ingeniería robótica, pero se le daba realmente mal, y lo suyo era verdaderamente el magisterio y los niños. Lee ri se giro y le dirigió  una sonrisa a su amiga, mientras le dijo :
- Un ingeniero…necesito un ingeniero - abrió la revista  y le mostró una de las paginas, en las que salían mascotas robóticas- Me encajaría que un chico me regalara uno de estos. Me encantaría poder tener un perro robot, o un robot que nos ayudara con las cosas de la casa, imaginas tener un coche de esos que te lleva él?? Podrías ir a donde quisieras sin necesidad de que yo viniera contigo! Me parece un avance tan grande!!
Vistyn subió al coche, y abrazo a Lee Ri:
-pero yo quiero ir siempre contigo en coche!!
Lee Ri puso los ojos en blanco y arranco el coche dilección a la universidad. Una vez allí cada una se dirigió a su edificio pertinente.

Vistyn buscaba a Faris con la mirada, y no lo veía, se pasó toda la mañana esperándolo, pero aquel muchacho parecía haberse desvanecido, Vistyn se entristeció, no tenía a su hermano y no tenia tampoco a Faris, intentaba concentrarse, e intentaba dibujar estando al 100% de todo, pero apenas lograba centrarse.
Sobre las 12 del mediodía salió de clase un momento a tomar aire, apenas había hablado con nadie, le daba muchísima vergüenza y se sentía muy distinta, y algo observada, ya se habían hecho dos claros grupos, y ella no pertenecía a ninguno, le había ido a habla un chica inglesa algo delgada y morena que se llamaba Cristine, pero Vistyn no acababa de estar cómoda.
Así que se dio un respiro a si misma y salió de aquel ambiente tan cargante de clase.

Se sentó en las escaleras, enfrente de la puerta y saco de su bolsa un zumo de pera y frutos de los bosques, clavó la pajita en el pequeño agujero y sorbió el zumo, pensando sobre si tener una mascota robot, se sonrojo al pensar que le encantaría tener una, ella tendría un perrito si pudiera, Vistyn era muy alérgica a la mayoría de perros, y eso le hacia entristecer, arropo sus rodillas sobre si misma y se imagino como pediría que fuera su pero robot, Vistyn creía que todos los objetos que el ser humano creaba tenía  en su esencia un espíritu y un alma, pues su perro no sería menos, además ella lo cuidaría y estarían juntos el resto de sus vidas.
Irían de viaje, andarían por praderas…
De golpe no se dio cuneta y frente a ella estaba Faris sonriente, se sentó a su lado, realmente era un muchacho muy alto, prácticamente era como dos veces ella, ¿cómo podía ser tan alto?
Lo miro  y sin apenas darse cuenta exploto y le dijo:
-Donde estabas???
Y lo abrazo por la cintura, Faris se quedó casi tan sorprendido como ella misma, porque tenía aquéllas confianzas con él? porque la hacia sentir tan frágil?
Faris reacciono a  aquello carcajeándose, con suavida rodeó los brazos de la chica y los despego de él, y buscó las manos finas manos d ela muchacha, sonriente y con una suavidad extrema las acarició con aquellas enromes y esqueléticas mano, Suavemente le respondió:
- Estaba en el conservatorio, perdona, convino estudios, y algunos días vengo de tarde y otros de mañanas, prometo avisarte los días que no venga.
Apenas sin darse cuenta, estaba otra vez besando a aquél desconocido,
- Te parece raro si te invito a pasar  este fin de semana en el pueblo de escocia donde vivía yo el año pasado? Siempre he querido conocerte y enseñarte la cala donde iba a pintar mis ilustraciones. Esto nunca se lo he enseñado a nadie, pero…
Faris aun teniéndola en brazos, saco de su cartera el boock, su boock, y le mostró los dibujos de aquella muchacha tan parecida  a ella, ahora muchísimo más, después del cambio de peinado y ojos.
Vistyn, sonrió y saco su dossier , donde un muchacho de pelo blanco era igual que Faris.
- que has hecho con tu pelo blanco?- le dijo Vistyn sorprendida..
- Lo teñí, me daba cosa que mis padres preguntaran, me preocupan más los ojos azules.
Faris se levantó para dirigirse hacia las clases, Vistyn,  Faris la miro unos instante antes de entrar por al puerta;
- Vendrás?
Vistyn sonrió y asintió con la cabeza.
Pasó  el resto de la semana esperando que llegará el sábado.
Estaba nerviosa, no sabía que ponerse ni como irían, llego el día.
Faris fue a buscara en un coche todo terreno de los mas modernos
Llegaron a la cala después de haber tenido que cruzar el paso de las rocas, Faris siempre había deseado llevar allí a el amor de su vida, a la chica de sus sueños.
Era un pequeña cala solitaria, al norte de escocia, era simple y solitaria, Vistyn se saco la mochila y le dijo:
- Hemos conducido miles de quilómetros para llegar a una cala?
Faris la miro sorprendido, y asintió con la cabeza, preocupado por si Vistyn no se iba a tomar bien pasar la noche allí
-Estas como un cencerro Faris!, pero me gusta.
Al terminar de decir eso, Vistyn se quito la chaqueta verde a cuadros y seguido de eso se saco su vestidito de flores, quedándose solamente en bragas, su piel tostada se puso de gallina y sin dudarlo corrió hacia el agua, se lanzó de cabeza, sintió como todo su cuerpo era libre en aquel paraje, solo Faris lograba hacerla sentir así de bien, así de libre.
Faris la observó desde la arena, realmente Vistyn era preciosa, deseaba cuidarla.
Con más cuidado se desvistió, y mucho mas conciente que Vistyn escondió las ropas bajo una piedra, por temor a que pudieran salir volando, dejó también las mochilas juntas y en un lugar que se vieran desde el agua, hecho todo esto Faris entro más cuidadosamente en el agua, donde Vistyn le esperaba con los brazos abiertos y sonriente, jamás olvidaría aquel día, ni aquella sonrisa infantil y dulce, agradecida por todo.
Faris la abrazo y le dio un dulce beso en los labios, si el amor existía ellos eran un claro ejemplo de el verdadero y mas puro amor.
Pasaron allí juntos aquel romántico fin de semana, Vistyn olvido por fin sus miedos, y se sintió una con el mar.
Ambos nadaron durante horas, a ratos aprecia que podían respirar bajo el agua ya que apenas necesitaban salir de allí.
Se contaron historias sobre sirenas, y estuvieron buscando conchas.
-que simple parece todo cuando estoy contigo- murmuro Vistyn a su amante, mientras algo enrojecida jugaba con la arena.
- no es simple?
- Puede que no lo sea… se que hay algo raro en nosotros… se que hay algo diferente durmiendo en mi,  y tu pareces compartir el mismo poder…
- po..der?
Vistyn se levanto de la arena y busco un pequeña planta, al encontrarla, se acerco a ella, y  la toco con cuidado, de esa pequeña planta brotaron millones de flores, y empezó a crecer, cubriendo todo aquel pequeño arroyo de arena.
Faris, aun con la piel de gallina por aquella impactante imagen, la miró y se sentó junto a ella. La obligó a moverse, y el muchacho se quedó en silenció mirando al mar.
- Fíjate en esto, porque jamás se lo he enseñado a nadie- Faris extendió la mano hacia el agua del mar, y esta retrocedió, cerro los ojos y fuertemente, cuando de pronto una ola llegó casi hasta donde estaban ellos, una gigante gota de agua se quedo flotando en su mano, Faris miró a Vistyn y le sonrio, la gota se deformo adaptandola forma de un corazón que entrego cuidadosa mente a Vistyn, justo al tocar la mano de Vistyn la gota gigante exploto.
Ambos empezaron a reirse al unisono. Quizas realmente todo resultaría tan sencillo como parecia entre ellos. Vistyn se quedo muda de golpe, palida, una idea cruzo su mente, y solo pudo decir:
- Vincent tamben es especial.











Capitulo 5- Tengo miedo


CAPITULO 5
Tengo miedo

Estaba cansada de todo aquello, y lo tenía muy claro, Hye Sun estaba sentada en el asiento junto a la ventana, abrocho el cinturón con fuerza, era el segundo viaje de su vida en avión, ya viajo con 2 años de Corea, su país de origen, hasta Japón, y no había salido de allí hasta entonces, estaba sola y viajaba dirección a un continente que desconocía, Europa, y le fascinaba la idea, aunque  a la vez temía por su futuro incierto.
Pero sabía que debía ir allí, algo le llamaba, sentía la necesidad de ir a ese lugar.
Inglaterra no solo tenía a sus dos mejor amigos retenidos allí, sino que además sentía que en aquel lugar tenía algo que resolver, Hye Sun durmió durante la mayoría del viaje, soñó consigo misma, o quizás no, soñó con aquella figura masculina, aquel esfinge que vivía en aquel mundo fantástico que tanto le fascinaba.
Sabia que en Londres encontraría respuesta a muchas de sus preguntas.


Al llegar Hye Sun se sentó hecha un ovillo en uno de eso largos bancos del aeropuerto, solo cargaba con una mochila de mano y una pequeña maleta, iba con un gigante jersey azul eléctrico de cuello alto, de lana gruesa, unos tejanos de pitillo rotos negruscos y unas preciosas botas de plataforma de leopardo que cubrían una gran parte del bajo del pantalón, intentaba esconder su cabeza en las rodillas, temiendo el frío que debía hacer fuera, en su mano cargaba un móvil que no paraba toquetear, que inútil era ten un móvil sin saldo, y sin tener ni un teléfono útil en la agenda.
Hye Sun estaba sola, algo asustada, había ido a Londres, porque no sabía hacia donde huir, aun temblorosa, había pasado realmente muchísimo miedo viajando sola, temía que vinieran a buscarla, temía que la encontraran, y no sabía hacia donde ir, sería bueno para ella localizar a Rayjin y Fujin o quizás eso solo empeoraría las cosas, ya había pasado casi un año desde que se marcharon, y no había tenido noticias de ellos en todo ese tiempo, eso era sospechoso.
Posó su recias piernas en el suelo y con cuidado empezó a andar hacia la salida del aeropuerto, andaba lentamente como si aquello fuera evitar toparse con la dura realidad, estaba sola en Londres, y no tenía ni idea de a donde ir.
Se dirigió hacía el tren, al menos necesitaba acercarse a Londres, estaba atardeciendo, le preocupaba que llegara la noche y aun no hubiera encontrado un sitio en el que dormir.
No iba a ir a la ciudad misma, quería buscar un hostal cerca en las afueras, que le costara económico, ya encontraría trabajo y casa el día siguiente, en aquellos momentos lo más importante era encontrar donde dormir.
Bajo en una de las primeras paradas del tren, en un pequeño pueblo bastante acogedor, hacía un frió demoledor, que se metía en los huesos y lograba calase de un modo inhumano, Hye Sun respiró fuerte y salió una pequeña nube de humo, le hizo sonreír , pero noto como sus labios ya secos se agrietaban, y recordó su dura situación, empezó ha andar por aquel pueblo, cargando su maleta, y su bolsa, estaba completamente sola.
Tuvo mucho miedo, aun temía que la encontraran.
Noto un dolor muy molesto en sus tobillos, era un dolor agudo y punzante,  ya lo había tenido antes, los toco para intentar calmarlos, odiaba aquello, guardo sus maletas en una de las taquillas de la estación del tren, y aun cojeando se alejo del pueblo, dirigiéndose hacia algún lugar  mas recóndito, odiaba esos dolores, pero sabia como se solucionaban.
Desabrocho sus botas, y arremango sus pantalones, noto como el frío se colaba por ese espacio en la piernas, cerro los ojos y arrugo su cara, aquello le producía un dolor inaguantable.
Poso sus manos en sus tobillos, de los cuales asomo una pequeña pieza metálica, que intentaba emerger de allí, cogió con fuerza aquellas piezas metálicas, y estiró de ellas con todas sus fuerzas, chilló, un grito que pondría la piel de gallina a cualquiera, aquello era verdadero dolor, mientras gritaba de sus tobillos salieron unas inmensas alas mecánicas, con pequeñas partes cubiertas de pluma, las alas alearon lentamente, si llegar hacerla volar, dejando así de sentir ese dolor, se quedo echada en el suelo, intentándose recuperar de aquello, se seco las lágrimas de dolor, e intento volver a respirar con normalidad, aun tenía más miedo.
Que sucedería si alguien la encontraba en ese estado.
 Cargó  la pequeña mochila en su espalda, y correteo alejándose del pueblo, asustada, estaba sola, perdida, y era demasiado extraña.
Corrió sin rumbo, hasta encontrar un inmenso precipicio que caía en picado hasta una extensa explanada, dejó caer su cuerpo por él, sintió como caía de espaldas y cerro los ojos notando la liberta que le daba sentirse en los cielos, y empezó a planear con sus inmensas alas, aun con sus ojos cerrados logro olvidar sus problemas, sus miedos desparecieron, al sentir el húmedo césped cerca, dejó de planear para al fin caer directa al suelo, se quedó echada, aun con los ojos cerrados, notando como la húmeda hierba se movía por el viento, sintió nostalgia.
Al abrir los ojos y mirar hacia su izquierda para contemplar su nuevo hogar se encontró con una muchacha de pelo turquesa llorando sola en la hierba, parecía casi más perdida que ella misma, la miró sorprendida.
Pronto sus miradas se cruzaron, Hye Sun intento esconder sus alas entre las hiervas, pero aquello era imposible.
La muchacha se acercó lentamente a ella.
-No te asustes…eres un ángel? Un hada?
Hye Sun no sabia que hacer, y le respondió con la voz rota:
-No- la miro asustada.- Soy humana,,, pero…
Volvió a tocar sus tobillos y logro guardarr las alas, volvía a ser humana.
-Tu tienes los ojos rosas y el pelo verde, eres así? O es una peluca y lentillas.
Vistyn se avergonzó y volvió a encogerse,
-Creo que soy así.
Hye Sun sonrió:
- Me abrías asustado si no fueras así, realmente tendrías que ser muy rara para llevar lentillas rosas y teñirte de verde.¿no?
- Lo tuyo…es real?
-Las alas?
-si- Asintió Vistyn
- Si…son mías…no entiendo muy bien porque… pero son mías.
- Vaya. Lo tuyo es …más complicado que el pelo verde y los ojos rosas.
Hye Sun sonrió.
- Sabes? Tampoco me molesta, es útil y puedo esconderlo, tu en cambio… como no te tiñas, aunque es una pena tu pelo mola.
- Si a mi me gusta mi pelo – sonrió Vistyn tocándose los pelos
- Te he visto antes allí, hecha un ovillo ¿esta bien?
- No… no lo se.
Vistyn noto como las lágrimas empezaban a brotar de sus ojos, se sentía desdichada, siempre se había sentido así, se relación con Vincent resultaba asfixiante y agotadora, no sentía que hubiera salida de aquella absorbente situación, y haberse sentido liberada de aquello le hacía sentir verdadero temor.
-Tengo miedo…- afirmo Hye Sun mientras miraba algo entristecida el paisaje que les rodeaba.
Vistyn la miro sorprendida, eran miedos distintos, pero ambas estaban muy asustadas.
-Yo también tengo miedo.- Afirmo Vistyn mientras se mordía cuidadosamente  el labio, intentado arrancarse un pequeño trozo de piel muerta que llevaba notando hacía varias horas.
Algunas  veces se sentía que no pertenecía a ese mundo, que allí jamás lograría ser feliz, pero cuando estuvo con Faris, no parecía tan imposible aquello, a ver encontrado alguien que la llenaba le daba miedo, si Faris no sentía por ella lo mismo… y si solo estaba jugando con ella…
Vincent, parecía ser aficionado a jugar…
Porque Faris no iba a hacer lo mismo.
Además Vistyn tenía pánico de  perder a Vincent, ella le amaba, aunque era un amor algo tortuoso, no podía evitar amarle, y deseaba cuidarlo, y procurar el bien para él, sabía que ella era un nexo de unión con este mundo y si lo abandonaba, no estaba segura de si Vincent seguiría existiendo como lo conocía hasta entonces.
Odiaba  pensar en que podía perder la esperanza, odiaba pensar en dar un paso sin saber que sucedería después, y todas aquellas in certezas no le permitían lanzarse. No quería conocer a Faris si no iba a resultar como ella soñaba, y si aquella felicidad se perdía, sería infeliz toda su vida?
Hye Sun miro a la muchacha, extrañada, ambas estaban solas y algo desorientadas, Vistyn se seco las lagrimas y le dijo:
- Tienes a donde ir? Yo estoy en las caravanas del circo, que esta cerca de esta pradera, si nos sabes a donde ir… estarás a gusto allí. No podrías quedarte mucho, pero si un par de noches, hasta que encuentres donde…
Hye Sun la miro sorprendida.
-gracias.

Anduvieron juntas y en silencio, cogidas de la mano, por aquella inmensa explanada en dirección al circo. Al llegar Vistyn saco unas llaves del bolsillo de sus pantalones, y abrió la puerta de su estrambótica e infantil caravana, y se inclino dejando pasar a Hye Sun primero, educadamente, se cruzaron las miradas y Vistyn algo cortada, y vergonzosa le dijo:
-Por cierto me gustan tu alas.
Hys Sun sonrió mientras entraba a la caravana, no dijeron nada más, se  echaron en la pequeña cama de Vistyn, durmieron abrazadas, y en silencio, hacia demasiado frío como para moverse, agradecieron estar en compañía.
El día siguiente Hye Sun oyó como alguien andaba a tempranas horas de la mañana, o quizás aun de la noche, ya que aun estaba oscuro, se despertó cuidadosamente y se asomo por la rejilla de lo que parecía un ventana de la caravana, vio a una muchacha de  piel pálida y con rasgos entre asiáticos y occidentales, con el pelo rizado y pelirrojo, andaba descalza y en pijama, y llevaba consigo un cojín, vio como se alejaba, y dejaba el cojín en el suelo, sentándose encima, y empezando algo parecido a la meditación, puesta mirando dirección hacia donde estaba apunto de amanecer, Hye Sun  la miro sorprendida.
Vistyn al notar que Hye Sun se había levantado y notar la ausencia de calor humano, se levantó frotándose fuerte mente los ojos, puso morritos y murmuró:
.Ayyy…que pasa- con una preciosa voz inocente de niña.
Hye Sun le sonrió, y con un tono mas carrasposo le dijo.
-Hay alguien fuera.
-Debe ser Lee se levanta siempre cada mañana a meditar y a ver amanecer. Es muy Zen toda ella…- mientras murmuraba aquello, volvió a taparse y se hecho otra vez.- si quieres tomar algo, en la nevera de la caravana hay leche, café y algo mas.
Todas las mañanas aquella rutina, pensó para si misma, Lee Ri acostumbraba a levantarse a ver el amanecer todos los días, estaba enamorada del sol y los colores que le ofrecía el alba, para ella era de las cosas más bonitas, poder despertarse cada mañana, y salir al campo a observar el amanecer, agradecer cada mañana poder seguir viviendo feliz en aquel mundo tan bonito.
Durante su infancia y adolescencia había visto el amanecer de miles de lugares, y ahora por fin estaban quietos, cada mañana disfrutaba del dulce amanecer de Inglaterra, y aquello la hacia sentir muy feliz, era su sueño estar en un lugar fijo y dejar de viajar sin rumbo. Además que aquel hermoso paisaje y el color grisáceo de Londres le parecían acogedores y dulces. Lee Ri estaba agradecida de poder quedarse al fin en un lugar fijo.
Salió al patio descalza y aun en pijama, se sentó en la hierva, helándose por el frío de la madrugada y sintiendo como la rosada se clavaba en sus huesos, cerro sus ojos y inspiró, al ver salir el sol se sintió agradecida de poder ver otro amanecer en aquellas tierras.

Hye sun salió de la caravana, dejado así sentir el gélido viento, ella odiaba el frío, no estaba preparadas para aquellas bajas temperaturas, miro en la caravana y  se tapo con una toalla grande de color amarillo, con unos pollitos bordados, respiro profundamente, intentado mantener  el calor de su cuerpo el máximo rato posible, y se dirigió hacia la extraña muchacha.

Lee Ri  estaba puesta dirección este, esperando que el sol saliera, los segundo antes del crepúsculo, el cielo se torno rojizo, a Hye Sun aquello le pareció precioso, noto como la energía de la luz solar entraba por toda ella, se sintió capaz de todo, crío percibir  como Lee Ri se iluminaba, quedando completamente en sombra y el sol que salía por el horizonte le causaba un efecto óptico, creando algo parecido a un aura, que le impresiono muchísimo. Sintió el impulso e acercarse a ella.

Hye Sun es puso al lado de lee Ri, en silencio, lee Ri la miro de reojo y le regalo una pequeña y suave sonrisa, volvió a entornar los ojos y siguió meditando. Hye Sun, la imito, cerrando también los ojos, y se concentro en el calor del sol, de pronto, dejo de sentir aquel frío tan glacial, y sintió que la energía de ellas se había compenetrado con al del sol.
Sintió su fuego, recorriéndole el cuerpo, aunque normalmente el frío la aterraba y la dejaba paralizada, aquella mañana apenas lo noto.
Después de aquello, se levantaron ambas en silencio, y sin decir nada,  Hye Sun se inclino hacia Lee ri, esta le sonrió y se marcho directa hacia su caravana,.
Hye Sun decidió partir temprano, y no despertar a su nueva conocida, cogió todas sus cosas y escribió en una servilleta gracias y su numero de móvil, estaba dispuesta a encontrar un trabajo. Y  sobrevivir en aquella nueva tierra.
Hye Sun partió sola. Ya no sentía ningún miedo.








miércoles, 16 de febrero de 2011

Capitulo 4 -El circo de los sueños.


CAPITULO 4
El circo de los sueños.

Hacía relativamente poco que habían llegado a Londres, Vistyn intentaba dormir, pero acababa de adaptarse a aquel lugar, allí hacía mucho frío, no entendía porque habían decidido que iban a pasar allí dos o tres años, dormía en una pequeña caravana de circo, muy bien amueblada, tenía todas las comodidades de una habitación, llevaban toda su vida viajando, y no entendía porque ahora el circo de los sueños se quedaba quieto en Londres, algunas veces viajarían por Inglaterra pero estaba decidido, que  pasarían allí unos años, Ziel y Lances, estaban entusiasmados, pero a Vistyn se le hacia realmente duro dejar esa vida de ensueños y aventuras, había hablado de aquello con Lee Ri, pero parecía que está también tenía muy claro que quería estar en un sitio fijo durante algún tiempo, todos estaban agotados , llevaban mas de 20 años de un lado a otro sin parar, realmente necesitaban un largo descanso, Vistyn se incorporo, llevaba un pijama antiguo blanco, de dos piezas, eran unos bonitos pololos con una gigantesca blusa de aspecto rococó, se rasco la cabeza despeinando aun más su espesa melena negra con algunos  tonos turquesa, tenia el pelo preciosos, ondulado y fino, y aquel tono negro algo verdosos y azulado, hacia destacar aun más su precioso rostro y su piel tostada.
Se puso sus zapatillas de conejitos, y salio de la caravana, realmente hacía un frío demoledor allí fuera, contemplo su nuevo hogar, un espacio gigantesco con un preciosos bosque de vegetación espesa, el circo estaba situado en las afueras de Londres, aunque no quería estar allí y sentía el frío de ese lugar helado calándosele en los huesos, le pareció un paisaje precioso.
La gigante carpa, era algo hipnótica, ya que estaba decorada al puro estilo psicodélico de aquellos años anteriores, la miro y sonrió, siempre que veía aquella preciosa carapa pensaba en sus padres de jóvenes, y en todas las esperanzas que habían volcado en ese circo, en parte habían cumplido su sueño, viajar por el mundo repartiendo esperanzas y sueños, observo las caravanas, todas decoradas al gusto de sus dueños, la suya era rosada, con pollitos de color limón, flores y gatitos, realmente era la caravana mas infantil de aquel lugar, junto a su caravana había otra negra, toda siniestra y mate, combinada con líneas blancas en espiral, realmente era muy distinta a todas las caravanas que habían allí, Vistyn miro la carroza, y la toco con nostalgia.
Se quedo pensativa junto aquella caravana oscura, miro a través de la ventana, y observo como un muchacho delgado y pálido dormía dándole la espalda, solo en su pequeña cama, se quedo observándolo, y hecho de menos dormir junto a él, sonrió para si misma y volvió corriendo hacía su caravana, de una cajita que tenía en una mesa cogió las llaves y se salió directa hacia la caravana del chico.
Entro con mucho sigilo, hacía tiempo que no estaba allí y realmente lo echaba mucho de menos, se acerco cuidadosa hacia él, dormía placido, o eso parecía, lo observó, Vincent, era pálido y no tenia cabellos en todo su cuerpo, al no tener cejas y ser tan pálido parecía de otro planeta, apenas tenia rasgos, su delgadez extrema dejaba entrever perfectamente todos los hueso de su cuerpo, incluyendo también algunos de la cara, lo único que aun se percibía era unas ojeras algo exageradas, que ensombrecían aun mas el aspecto del siniestro muchacho, estaba durmiendo mirando hacia la pared de la caravana, dándole la espalda a Vistyn, está  estaba sentada a su lado, tan frágil, tan sola, tan dulce.
Realmente eran muy diferentes, Vistyn con su color tostado y su melena rizada turquesa, sus ojos azulados observaban a Vincent.
De pronto la voz del chico irrumpió el silencio de la habitación, asustando de forma leve a la dulce Vistyn:
-Que miras Vistyn?
Vistyn se acercó mas al muchacho, lo abrazo, estaba desnudo, tapado con una manta algo pesada, paso las manos alrededor de su espalda, tocándole el torso con ellas, y juntando sus cuerpos, Vincent insensible a todo noto la blusa de algodón fina de la Vistyn en su espalda, y con ello todas sus curvas.
Vistyn, algo triste y dulce, le contestó susurrándole a la oreja del muchacho, intentando entre verle:
-Aun me pregunto porque me has insistido tanto...para que estudie Bellas Artes,,,aquí ya ..trabajo en algo que amo, esto me gusta...
Él muchacho se quedo en silencio durante unos instantes, pronto se giro dejando de darle la espalda, Vistyn se aparto quedándose otra vez sentada en su regazo,  él le estiro del brazo haciéndola caer directa en sus brazos, la abrazó con fuerza y mientras le sacaba con impulsividad la ropa la chica le interrumpió tímidamente con  un triste jadeo:
- es que ...quieres que este lejos de ti...ya no me quieres a tu lado? No podremos trabajar aquí juntos…bellas artes quitara mucho de mi tiempo…
Vincent, paro de besarla, la miro y con una sonrisa burlona le murmuro;
- Confía en mi. Ve allí y disfruta.
Vistyn se seco las lágrimas rápidamente evitando que se notara que estaba lloriqueando, Vincent conocía sus timidez así que ignoro su llanto mientras jugueteaba con el preciosos pelo ondulado de la muchacha, Vistyn se hecho junto a él, pero cuando esta se lanzo a besarle, Vincent le tapo sus carnosos labios con un dedo y le murmuro:
-Mañana es tu primer día de clase, así que hoy no te dejare quedarte mucho rato en mi cama.




Vistyn se despertó cansada, al final paso casi toda la noche con Vincent.
Ahora se encontraba en su cama mirando el techo intentando lograr abrir los ojos del todo, apenas había logrado dormir ya que cuando volvió de la caravana de Vincent se quedo algo desvelada, nerviosa por su primer día de clase, a lo lejos oía los gritos de Lee Ri Hum, que picaba insistentemente en su puerta, Lee Ri era como  una hermana, desde pequeña solo se había relacionado con los demás hijos de los artistas del circo, eso le había limitado mucho, Lee Ri era de sus únicas amigas, se habían criado todos juntos, así que eran como una gran familia, Lee Ri era hija de los músicos del circo, su madre era francesa y su padre coreano, aquello le daba unos rasgos y un aspecto muy especiales,.
Ver a Vistyn y  Lee Ri juntas era una combinación un tanto vistosa y extraña.
Lee Ri estaba entusiasmada con poder ir a estudiar a Inglaterra, ya que allí vivían sus abuelas, además ella deseaba acabar siendo maestras de parvulario, a Lee Ri le agotaba tener que ir de un lado a otro, ella deseaba quedarse allí y establecer una vida mas tranquila y “normal” además adoraba las nuevas tecnologías, le parecía fantástico que existieran los robots, le encantaba seguir la música electrónica pop que estaba de moda en el momento, era totalmente fanática de un cantante bastante Glam famosos en aquellos tiempos, también disfrutaba con todo lo que era las modas urbanas, simplemente para ella era un suplicio vivir en una caravana en la que tenían que agradecer el echo de tener corriente, o poder llegar a conectarse a Internet fuera un milagro, o tener que cocinar con fuego la vieja usanza.
 Lee Ri , de los chicos jóvenes, era la única que  tenia carne de conducir, así que era la taxista del lugar, ella tendría que llevarlos a todos hacia la zona universitaria.

Lee Ri dejó a Vistyn justo delante de la puerta quedaron allí sobre el mediodía, comerían juntas y se contarían como le había ido el día.

Vistyn se puso andar sola hacia la universidad , mas o menos tenia claro hacia donde debía ir, llegaba algo justa de tiempo pero no quería correr, entro a la facultad al verla se le cerro el estomago, tenía claro que ese día no comería nada, se sentía tan nerviosa que incluso creyó notar que le temblaban las manos, era un edificio gigante, ¿cómo iba a saber llegar  a su clase?

 Entro atemorizada, y al ver que ya todo el mundo se había metido en las clases, se quedo sorprendida mirando y intentado intuir hacia donde debería ir.
Cargaba con un bolso de cuero viejo, en el que empezó a rebuscar entre los papeles y el caos, buscaba algún papel que le indicara a que clase debía ir, o algún pequeño mapa de la facultad, recordaba haberlo guardado allí, pero  aquel bolso suyo era caótico, empezó andar mientras buscaba, seguro que estaba allí pensó para si misma, mientras avanzaba, del bolso le cayó un peluche hecho a mano de un leopardo,  Vistyn siguió andando, concentrada en encontrar algún mapa o hoja que le guiara en ese momento sin ni siquiera darse cuenta de que había perdido la figurita.

Faris salió de su primera clase en bellas artes clase, realmente odiaba los primeros días en las escuelas, cuando solo te sueltan lo fantástico que es aquel lugar, y los artistas geniales y posiblemente ya muertos, enterrados y fosilizados que estudiaron o trabajaron allí alguna vez en las vidas pasadas, realmente, porque les gustaba tanto fardar de ser fabulosas a las escuelas, Faris adoraba la humildad, cerro la puerta de la clase, y mientras se encendía un cigarro pensó para si mismo que empezaría a venir a clase a partir de la semana siguiente, prefería entrar cuando empezaran a enseñar algo artístico y no hablaran de gilipolleces, mientras pensaba todo aquello miro al suelo y vio un peluche de un leopardo, lo cogió del suelo y a lo lejos vio a una muchacha de pelo turquesa, con un rastro de cosas caídas, mientras la muchacha buscaba en su bolso todo lo que llevaba en él iba cayendo, dejando un largo rastro de cosas inútiles en  el suelo del pasillo, Faris sintió un escalofrió, la chica…aquella chica… tenía el pelo turquesa,
Lanzo el cigarro al suelo, lo apago con su bota, y empezó andar hipnotizado por su sirena, mientras iba cogiendo todo lo que a esta se le había ido cayendo.
Intento gritarle, puesto que ella seguía avanzando sin darse cuenta de todo lo que estaba sucediendo.
Al final cuando ya estaba casi a su lado, algo sonrojado le dijo
-Se te ha caído esto!!-  ella se giro toda cargada de hojas, dibujos, y alguna que otra cosa totalmente innecesaria como peluches, cds, un discman
Faris se sonrío, ambos iban muy cargados.
-Oh! Mis cosas?- dijo ella sorprendida, ambos se miraron,
- Llevas discman aun? Y eso?- Faris la miraba fascinado, hacia muchos años que no veía un aparatejo de esos.
-Si…de hecho quería un walkman pero Lee Ri se enfado conmigo y me obligo a comprarme este trasto. Me gustaba más ir con cintas…
Faris la miraba alucinado, realmente era idéntica a la chica de sus sueños, a la chica que siempre dibujaba.
- Me ayudas a guardarlo todo? Creo que ambos agradeceremos poder charlar sin ir cargados.
Faris asintió y rápidamente guardaron todo en el bolso.
- Cuanta cosa llevas ahí ¿no?
- No se, nunca se sabe, aunque debería organizarlo..un poquito..
Vistyn lo miro fascinada, lo señalo y dejo escapar una exclamación, “OH!” busco dentro de su bolsa, y saco un dibujo de un chico clavado a él,:
- Mira, eres idéntico!! Tuve un sueño con un Chico igualito a ti!! Que gracia! Pero tenía el pelo blanco y los ojos azules. Sino fuera por eso, soy idénticos!!
Faris se quedo blanco y mudo, sonrió y se quedo cortado, evitando aquel tema tan extraño, algo frió dijo:
- eres de primero?
- Primero B (creo)
- Perfecto, vamos juntos.- Faris olvidando ya su promesa de no volver a clases la agarro de su mano arrastrándola hacia la clase de la que acababa de salir.
Se sentía algo descolocado, y no sabia muy bien que hacer, llevaba toda la vida deseando conocerla y ahora le daba demasiada vergüenza hablar con ella sobre eso, le daba pánico que le rechazara, que iba hacer?
Vistyn miraba al muchacho fascinada, como podía ser tan idéntico al muchacho de sus sueños, Vistyn  a veces soñaba con el mar, y acostumbraba a ir con un triton, ella siempre pensó que era Vincent, ahora al ver  a Faris no entendía demasiado que pasaba.
Vistyn había sido educada en el mundo de las creencias mágicas, la intuición y los sueños, y ahora eso la dejaba muy desconectada, si aquel chico era el de sus sueños ¿quien era Vincent?
No paraba de mirarlo avergonzada, jamás había estado relacionándose con gente, y jamás le había parecido atractivo otro chico que no fuera Vincent, y eso que en el circo había pasado muchos muchacho, y muchos espectadores habían hablado con ella, pero jamás hubiera imaginado que podría desear besar unos labios tanto como estaba deseándolo ahora junto a Faris, se sentina culpable, como podía ser tan egoísta, Vincent estaba solo en su casa, y siempre había estado a su lado, se sentía mal solo por pensar aquello de ese muchacho.
Aunque alguna vez algunos chicos habían mostrado interés por ella,  Vistyn solo tenía ojos para Vincent, que le estaba pasando ahora?

Faris a la vez lo observaba desconcertado, como podía ser que solo hecho de ir a Londres le estuvieran pasando tantísimas cosas buenas, estaba estudiando música en el conservatorio, tenía buenos amigos y ahora por fin conocía a su sirena,
Que esta sucediendo?
Faris estaba asustado tenia demasiado que perder, y no quería quedarse sin nada de todo eso.

Salieron de clase al cabo de unas dos horas, se habían pasado la clase ignorando por completo lo que balbuceaba el viejo director sobre la escuela, solo habían intercambiado un si fin de  miradas, y alguna vez habían estado apunto de rozar sus manos, evitándolo ambos, Faris por miedo, y Vistyn intentando no traicionar sus principios.
Andaban en silencio uno junto al otro, mientras la demás gente se dedicaba a saludarse entre si, intentando conocer el máximo de gente nueva posible,  creando un ambiente absorbente y algo molesto, un ruido ensordecedor, el murmullo innecesario que causan los seres humanos, hablando a todo volumen entre si, creando un ruido embotado a su alrededor, Faris se dirigió hacia una escaleras que se alejaban de la multitud, intentando salir de esa nube de ruido que les seguía por el pasillo, Vistyn no tubo jamás muy claro porque pero siguió sin dudarlo a Faris, aunque realmente aquello le alejaba de la salida donde había quedado con Lee, pero no pudo evitarlo,  le siguió, ambos bajaban juntos  y en silencio.
De pronto  Faris se giro para poder hablar con Visytn que le seguía detrás, obligando que Vistyn parar en seco en las escaleras sorprendida por el fugaz acto de su compañero, Faris la miro, como podía absorberle tanto alguien, como podía estar tan cerca de ella, jamás se había sentido así, y solo temía perderla, o perder la oportunidad de estar con ella, sabia que era precipitado que no se conocían pero quería estar con ella para el resto de sus días, para siempre pensó para si.
Vistyn seguía mirando sus labios, como unos labios podían resultarle tan carnosos, inclusos los de Vincent jamás le habían parecido tan atractivos, Se miraron en silencio, y sin darse cuenta sus manos se juntaron,  Vistyn no entendía porque sentía esa atracción, la mano libre de Faris lentamente se acerco a la dulce cara de la muchacha, logrando tocar su piel tostada suave y fina, solo tocarla le pareció casi algo espiritual, jamás había estado tan cerca de nadie, Vistyn sintió un escalofrío que le recorrió todo el cuerpo, ¿qué estaba sucediendo? Porque no le decía que ella estaba con alguien, porque?...
Vistyn había pasado toda la vida tras de su hermano, luchando por un amor  prohibido, Vincent siempre le había negado los besos, pero ella era lo que deseaba, y fue insistente, hasta que Vincent se rindió a sus encantos, aunque estar con Vincent le hacia sufrir, ya que acostumbraba a desaparecer de vez en cuando, no era nunca demasiado cariñoso, aunque acostumbraba a hablar con un tono algo despectivo y algunas veces era  bastante promiscuo, ella lo deseaba, o eso creía.
 ¿Quizás no era así?
Se había estado engañando a si misma, y no era su hermano su único amor?
Porque él no la hacía sentir como aquel desconocido… Con él sentía solo dependencia, pero con este muchacho sentía muchísimo mas que eso, notaba como le temblaban las piernas, y noto esas manos en su cara tanto que pudo recordar la sensación durante días.
Vistyn le miro a los ojos, Faris tenía rasgos verdaderamente distintos y a la vez era realmente muy bello, su enorme nariz aguileña, con esos ojos marrones con esa mirada profunda, su cabello castaño despeinado, y sus más de dos metros de altura, le daban un aire muy especial.
 Vincent en cambio era algo flacucho, delgado y canijo, muchas veces Vistyn se sentía gigante a su lado, en cambio con Faris la hacía sentir chiquitina y dulce.
Faris se agacho un poco para lograr mirarla mejor, Vityn abrió su boca, intentando decir algo, dejando mostrar sus dientecitos blancos y no demasiado rectos, Faris se sonrojo.
-Besa…me- Dijo Vistyn tirando de él hacia si, y cerrando los ojos, estaba deseándolo, no podía esperar más, tan  solo deseaba recibir un beso suyo y marcharse, no era nada, solo deseo, se darían un besito y así podría seguir con Vincnet.- solo un beso…
Faris la miro sorprendido, y aun algo tembloroso beso a la dulce Vistyn, su sueño se había hecho realidad tenia en brazos a la pequeña sirena, totalmente  entregado a ella la beso cuidadosamente, un simple beso dulce en los labios, ambos sintieron esa atracción magnética y empezaron a besarse pasionalmente, ambos recordado sus sueños, Faris empezó a notar dolor, sentía mareado y algo colapsado por los sentimientos, intento apartarse de su sirena, pero no le soltaba, ella le besaba pasionalmente entregándole su cuerpo y volcada en el beso, suspirando para coger aire, pero sin dejarle ir.
De pronto Vistyn abrió sus ojos para poder ver a su amante y  paro de besarle en seco, los ojos marrones ahora eran azules, con la pupila azul cielo, estaba totalmente atemorizada, el pelo del muchacho era totalmente blanco y algo más largo Faris logro enfocar la mirada, recuperándose de la pasión de la muchacha, la miro algo asustado y con voz temblorosa murmuro:
-tus ojos…son…rosas.
Vistyn aun asustada por el aspecto cambiante de su compañero, salió corriendo, Faris intento seguirla, pero se sentía sin energías, la pasión de aquella muchacha, le había dejado aturdido, deseo volver a verla, y temió que todo aquello solo fuera un simple sueño.

Se sentó cansado en las escaleras, intentando recuperarse, cuando logro darse cuenta, vio que ya no veía como antes, los colores habían cambiado, y veía todo con mucha mas claridad, miro por la ventana y logro ver más allá de lo que jamás sus ojos habían visto, vio su reflejo en el cristal de la ventana, y se lo quedo mirando ¿era él el que estaba reflejado?
Se dirigió hacia los lavabos, se miro en el espejo ¿esos ojos? Ese pelo? Que acababa de suceder, el aspecto que tenía era el que tenía en sus sueños, seguía siendo él pero esos ojos, ese pelo de color blanquecino…
Que iba ha hacer?
Al salir de allí compró tinte par pelo de color castaño y una gafas de sol, teñirse el pelo era sencillo pero como iba explicar lo de sus ojos. No lograba entender que les había sucedido.
Ese día no fue al conservatorio, estuvo solo en casa intentando lograr entender como las mujeres lograban teñirse solas tan a menudo con lo complicado que podía llegar a resultar cubrir toda la cabellera, estuvo varias horas hasta lograr que su cabello blanquinoso se tornara castaño, también tiño sus anchas cejas, ya que estas también habían cogido aquel color blanquinosos,  y se sentó en el sofá preocupado y a la vez entusiasmado, no era capaz de entender nada, tenía miedo y  a la vez muchas esperanzas.
Abrió su cuaderno de dibujo y empezó a dibujar el momento del beso.

Durante todo el recorrido de coche, raro en ella, Vistyn no dijo nada, Lee Ri no paraba de hablar sobre lo bien que lo había pasado en clase, y sobre la gente que había conocido, y de los cursos y las clases optativas que había elegido, Vistyn se sentía a gusto intentado evitar que le preguntaran que tal ella,
En un semáforo Lee Ri paro en seco y la miro asustada:
-Vistyn!
-que?. Dijo Vistyn dejando de mirar al suelo del coche y mirando con tristeza a su amiga.
-Nose… si es que te has puesto lentillas…o es algo de lo que debo preocuparme…
-que?- Vistyn le miro extrañada
-No tiene pupilas…y tus ojos…
Vistyn recordó la ultima frase de Faris, sus ojos los de él habían cambiado de color, incluyendo su pelo, era posible que también hubieran cambiado los suyos.
-que…?
-Son rosas- le repitio Lee ri, buscando un espegito de la guantera, y mostrándole a Vistyn para que lograra verlo.
Vistyn se quedo callada, mirándose, casi en estado de shock, la miro y le dijo:
- Tengo los pelos completamente  turquesas?
-que?
-Si tengo los pelos más azules de lo normal? Menos oscuros y más turquesas?
-¿tienes los ojos rosas y sin pupilas y me preguntas si tu pelo es aun mas raro de lo que ya es?
-Sí.
Lee Ri la miro. Realmente tenía un aspecto distinto. Brillaba, sus ojos rosas eran inquietantes y transmitían paz, y amor, y su cabello antes algo azulado era ahora totalmente turquesa.
- No se que coño has hecho…pero …realmente…sí…tu pelo es turquesa.
Vistyn se toco el pelo enfoco la vista y logro notar como todo lo que veía estaba diluido en rosas, no veía como antes, era como si su vista fuera súper centrada pero perdiera los detalles de lo que estaba demasiado lejos lejos, podía ver cosas que jamás había visto, y sentía que su empatía había aumentado excesivamente, vio como un pareja andaba por la calle y supo perfectamente porque no hablaban, sintió la tristeza de ella, y el enfado de el muchacho.
Vistyn miro a Lee Ri y le dijo algo asustada:
-Creo que debería hablar con Mama…me esta pasando algo raro.
-¿algo?  solo algo… Creo que te esta pasando algo más que algo raro.
Se marcharon a dirección al circo a sin cruzar ni un palabra mas,, Vistyn solo podía recordar el beso, y aunque sabia que Vincent le había sido infiel a menudo, se sentía mal por haber hecho aquello, deseaba llegar a casa, para poder hablar con él y darse cuenta de que aquello no había sido nada, aunque se sentía diferente, y no podía evitar sentir algo hacía aquel muchacho, necesitaba hablar con su madre de aquello, ella la comprendería, y le podría aconsejar.
La madre de Vistyn era una estudiosa de la quiromancia y las artes de la adivinación, y creía mucho en el poder de los sueños,  poder hablar con ella de Faris y sus sueños le ayudaría muchísimo.
Lee Ri estaba algo asustada, esos cambios no le acababan de gustar, veía una Vistyn distinta, y no acababa de entender que había sucedido.
Sabia que todos los habitantes del circo eran distintos, pero no estaba segura de estar preparada para aquello.
Al llegar a la  explanada donde estaban viviendo, Vistyn fue corriendo a ver a Vincent, necesitaba contarle aquello y disculparse, al entrar corriendo en la caravana rápidamente se dio cuenta de que allí no había nadie, salio corriendo desesperada buscándolo por todos los rincones del circo, su padre asomo desde el anfiteatro del circo, andaba montando unas sillas, y le grito:
- Si buscas a tu hermano se ha marchado! Una de sus escapaditas, no creo que tarde más de dos semanas en volver.
Vistyn se quedo perpleja mirando a lo lejos como su padre después de decir aquello seguía montando la carpa tan tranquilo, ¿qué iba hacer ella? Necesitaba hablar con Vincent, y él ahora no estaba, cuanto iba a tardar?
Siguió buscándolo desesperada, olvido sus ojos rosas, y su pelo totalmente turquesa, y acabo corriendo por las praderas intentado descargar todo sus miedos y ansiedades.