ellos

lunes, 21 de marzo de 2011

Capitulo 7 -No todo lo que brilla es oro- (1/2)


 CAPITULO 7
No todo lo que brilla es oro.

Después de aquel fantástico fin de semana juntos, volvieron a sus vidas, la acompaño hasta enfrente del circo, la muchacha bajo de la furgoneta casi flotando, notaba la fantástica experiencia de esos días incluso en sus movimientos, ellos tenía algo tan especial, que lograban vivir totalmente en armonía al estar juntos. Vistyn se acerco a la ventanilla y le beso apasionadamente,  no le importó si estaba allí Vincent o si los veían, jamás había querido a nadie tanto y no deseaba  ocultarse. Su madre paso cerca y sonrió al ver a su hija con un chico.
Vistyn tras el beso cargo del maletero su mochilita y se despidió con la mano, mañana se verían otra vez en la universidad, confiaba plenamente en ese muchacho, jamás se había sentido así con nadie, Vincent siempre habia sido puro juego, puero obsesión, y un mal vivir constante, respiro hondo y se dirigió hacia su caravana, Faris pito dos veces mientras se alejaba, eso la hizo sentir a gusto, llego de la larga excursión cansada, empezaba a pensar que quizás aquellos poderes que escondía tan sigilosamente, eran algo más importante y menos únicos de lo que creía, pensó en la chica halada, en su hermano y en Faris .
Al entrar en la caravana noto aquel frío, aquella glaciación, levanto la mirada, asustada y dolida, allí frente a ella esta Vincent , sentado en un silla, con aire juzgante, la miraba enfadado, castigándola con la mirada, parecía asentir que ella era suya.
Vincent se levantó dejándole la silla Vistyn libre, ella entendió rápidamente la ordén y  se sentó cuidadosamente como un perro muy bien educado, mantuvo la cabeza gacha, durante unos segundos, él la miró duramente, sin apenas decir nada, Solo la miraba juzgante.
Vistyn noto un nudo en su estomago, realmente se sentía mal, ella jamás se había separado de su hermano y ahora se sentía muy culpable, siempre era él, el único que podía irse y jugar con otras personas, ella siempre se quedaba en casa esperando, ahora tenía alguien que amaba, no quería seguir con ese juego, pero aunque él siempre le hacia daño, ella no podía evitar sentir aquella malsana atracción empezó a llorar en silencio, estaba sentada junto a su ordenador en la caravana, intentando no pensar en todo aquello, Vincent estaba allí mirándola con desprecio, como hacia siempre, estaba cada vez mas encorvada, haciendo con su cuerpo una pequeña bola, sintió un gran dolor de cabeza, provocado por aquel silencio incomodo, la invasión a su intimidad que Vincent lograba hacer era tal, que a veces le asustaba, quien tomaba las decisiones de su vida, ella o él.
A veces le daba la sensación de que ella era solo la marioneta de Vincent, intentó mirarlo de reojo, y la mirada del muchacho la dejo magnetizada, se quedaron mirando el uno al otro, su cabeza le dolía cada vez mas, hasta que una lagrima de dolor callo de sus ojos.
-Eres despreciable. - murmuro Vincent mientras le apartaba la mirada para salir por la puertecita de la caravana.
Vistyn sintió el impulso de arrastrase tras él, lamentaba ser tan despreciable.
pero le dolía demasiado la cabeza como para moverse, solo logro gritar:
-ESO!! Vete y no vuelvas!!
Al decir eso se tapo la boca y empezó a llorar.



Faris conducía sonriente, aunque siempre había mantenido la esperanza, le parecía tan increíble que hubiera conseguido conocer a su sirena, y que pudieran estar juntos, parecía todo tan sencillo, fue algo casi inmediato, al principio le dio miedo todo aquello, pero después de estar juntos en la cala, sentía que eso no se perdería nunca, era para siempre.
Estaba contentísimo, hasta que algo irrumpió en su mente, de pronto sintió que su corazón se partía, sintió la soledad de Vistyn, tubo que frenar el coche, ya que aquel dolor erá algo insoportable, noto literalmente sus vísceras removiéndose y como el corazón se partía en pedazos, sabía que aquel era el sentimiento de vistyn, las lágrimas empezaron  brotar de sus ojos. Faris intento calmarse, pero aquellas lagrimas erán algo incontrolable.

Dió dar marcha atrás, y se dirigió hacia el circo, freno un poco antes, y aparco en una pequeña explanada del campo, corrió hasta la caravana de Vistyn  y con máximo  sigilo entro en ella, ahí estaba Vistyn tirada en el suelo llorando.

En el rostro de la muchacha habían parecido 4 puntito en cada lado del moflete, Faris se asusto al notar aquella fuerza en ella.
Vistyn intento hablarle, pero  apenas podía respirar entre llanto y llanto.
Faris todavía con lágrima en los ojos la cogió en brazos, y la llevo hacia el coche, Vistyn apenas intentaba evitarlo, solo quería huir de allí, se cruzaron con Lee ri que los miró en silencio, al ver a Faris se quedo fría como el témpano.
Algo helada se acerco a la pareja, y mirando los ojos de faris, le toco la cara.
Faris noto algo familiar en ella ¿quién era esa chica?
- Me la llevo esta… muy triste. Intentaré que se anime en casa.
Faris dio aquella explicación hablando lento, intentando apartarse de la mano de esa chica, algo asustado se alejo hacia el coche.
Lee Ri asintió sin apartar la mirada.

Faris se alejo en coche a toda velocidad, no sabia a donde dirigirse, realmente no podía llevársela a casa de sus padres, llamo a casa con el manos libres, diciéndoles que se retrasaría en su viaje, y volvería unos dias  más tarde.
Paró el coche y intento calmar la llorera de Vistyn, que hecha un bola estaba sentada en el copiloto, llorando en silencio, sus lagrimas algo densas, caían de sus ojos rosados sin lograr parar.
Faris  no tenía claro que estaba ocurriendo solo sabia que había sentido aquel lamento, jamás había sentido una pena de manera tan intensa, no podía imaginar que  tras aquellos llantos había un persona manipuladora y fría que aprecia tenerlo todo calculado.
Cuando sintió que Vistyn aflojaba el llanto, llamo a la única persona que podría ayudarle, la única persona a la que se atrevería a llamar a esas horas.
- Ray?... Lo se es tarde…. No grites tío, …si no fuera algo jodido no te llamaría…. Si..lo se…si- Vistyn algo más calmada, pero sin poder parar de llorar miro a Faris sorprendida, intentado averiguar quien era, y que decía.- mm..te acuerdas de la sirena? …si Vistyn… necesitaríamos pasar la noche en tu casa…esta algo jodida… y nos iría bien estar un poco al margen de ..
no grites… joder, tío, no grites…
Colgó el teléfono, y sonrió. Arranco el coche en silencio mientras Vistyn mucho más  calmada miraba por la ventana, realmente se preguntaba porque su hermano lograba hacerle  sentir tan despreciable?... porque había vuelto? Se había sentido tan libre aquellos días sin él, pero era su hermano y debía saber aguantarlo, ella le amaba,  le quería muchísimo, y sabia que era la única que era capaz de humanizarlo, lograr que a veces fuera más bondadoso, ello podía cuidarlo, ella curaba todas las heridas que  se hacía cuando usaba sus hechizos y poderes, que haría él sin ella?
 La necesitaba, a veces creía que a completamente de él. Durante unos segundo deseos que Vincent no existiera, o que incluso muriera.
Al pensar aquello las lágrimas volvieron a brotar de sus ojos.
Pronto llegaron  a la lujosa casa.
En la las escaleras del porche estaba Rayjin tomando un té caliente, cubierto por un grueso albornoz, Rayjin odiaba el frio con todas su fuerzas, y empezaba a estar profundamente enfadado por aquella larga espera de máximo10 minutos que se había obligado hacer esperando a  sus invitados.
Faris bajo del coche y Ray le grito:
-Aparca en el garaje, tenemos plazas.- bajo los escalones dejando la taza en el suelo, y marco un código en la puerta de garaje que se abrió rápidamente, permitiendo así que Faris entrada el coche en el piso.
Las nubes estaba cubriendo el cielo pronto llegaría una clásica  tormenta británica.
Rayjin entro junto con ellos, dejando abandonada la taza fuera, en algún momento alguno de los sirvientes se ocuparía de aquel pequeño detalle.
 Faris bajo rápido del coche, y ayudo a  salir a Vistyn.
Rayjin le sonrió y con una voz algo de niño se presentó:
-Rayjin! Encantado!- a veces lograba ser verdaderamente muy entrañable.
Gracias a esas reacción tan esporádica, Vistyn no pudo evitar que se le escapara un sonrisa, subieron los tres juntos hasta el comedor, donde Fujin estaba junto al ordenador estudiando, rodeado de libros, y apuntes.
Se levanto y se inclino cortes mente, como si aun siguierán viviendo en Japón y acabarán de llegar unos importantes invitados, cogió una sills y la  colocó justo cerca de la muchacha para que lograra sentarse.
Se sentaron todos alrededor de la mesa, menos Fujin que se inclino otra vez suavemente, y murmuro:
- Voy a preparar más te, alguien más quiere- Rayjin negó rápidamente con al cabeza,  Vistyn levantó la mirada aun algo llorosa.- te para ti, chica? Si quieres tengo te de fresa. Seguro que te gusta.
Vistyn sonrió, no sabía quien era esa gente pero se sintió cómoda , acogida, y resguardada. Jamás la habían tratado así de bien.
Rayjin no paraba quieto en la silla, algo tenso por la situacíon no acaba de encontrar el momento ni la posición en la que quedarse quieto. Vistyn le miro algo perpleja, intentando secarse las lágrimas. El muchacho al ver que está le miraba, se quedó helado, con los ojos muy abiertos, aunque era asiático logro abrirlos de un modo sorprendente, se quedo completamente paralizado, intimidado por la mirada de la chica, de pronto solto:
- y porque lloras— sonaba a una pregunta de un niño, sorprendido por todo aquello inocente preguntaba sin vergüenza, Faris lo miró  sorprendido. Y fujin  la cocina no pudo evitar aguantarse la risa. A veces Rayjin resultaba verdaderamente directo y indiscreto.

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