ellos

lunes, 21 de marzo de 2011

Capitulo 7 -No todo lo que brilla es oro- (2/2)


Capitulo 7 
No todo lo que brilla es oro (2/2) 

Aquel carácter tan especial  no dejaría de sorprenderles  nunca.
Vistyn miro el rostro del muchacho, aunque sus facciones eran muy duras tenían algo que le hacían muy amigable. Arqueo sus cejas, dando una aspecto de una muchacha algo entristecida y sonrió intentando disimular su rostro apenado.
- No..lo se.
Fujin volvió de la cocina con el  te de fresas que aromatizo toda la habitación,  se sentó junto a  la muchacha, dejando justo enfrente suyo la taza de te:
- Cuidado no te quemes, esta ardiendo.- La voz de Fujin era pausada y muy armoniosa, realmente resultaba muy agradable, la miro, sus ojos erán dulces, su mirada era suave y educada, muy diferente a la mirada despierta y desafiante de su hermano, percibió la pena y lo desconcertada que estaba. Le regalo una de sus más dulces sonrisas, se agacho y con un agradable movimiento de mano, acerco el te a Vistyn, sin separ su mirada de la muchacha, y sopló cuidadosamente sobre el te, al soplar una bandada de aire frío invadió la habitación, Fujin aun con más delicadeza se separo de la taza y volvió a sentarse cortésmente junto a ella.- Ahora quizás esta a mejor temperatura.
Vistyn miro a los demás chicos, llevaba en poco tiempo demasiada gente igual de distinta que ella, gente que hacía que se sintiera a gusto, como jamás había logrado sentirse, Rayjin apoyo la cabeza en la mesa, algo inquieto volvía a estar removiéndose, se quedar en silencio mienras Vistyn se tomaba el te.
Al terminar el te, le indicaron donde podrían pasar la noche, y cada uno se dirigió en silencio, había mucho en lo que pensar. Demasiado. Mañana ya hablarían con más calma de todo aquello, ahora sabían que no era el mejor momento, así que los dos hermanos se dirigieron a sus habitaciones y Faris y Vistyn se quedaron en una gigantesca habitación de invitados,

Vistyn se sentó junto a Faris en la cama, vistyn transmitía amor y paz a todos, Faris lo sabia, ya que había notado como el carácter de Rayjin lograba ser algo más dócil y suave de lo normal, ese día el muchacho se había comportado como el niño que era, sin sacar su carácter guerrero al que los tenía acostumbrados, además el bien estar que sentía junto a ella, jamás había logrado sentirlo con nadie, sabía que era algo que emanaba de ella, siempre tenía tanto respeto por todo, que acababa causando una atmósfera totalmente acogedora, era como estar dentro del nido. Miro a la chica, le sonrió con su enorme boca, mientras cerraba los ojos, ella apoyo su cabeza en el pecho del muchacho, y poso su mano en el pecho. Sus pequeñas manos eran largas y finas, el torso delgado de Faris respiraba algo acelerado.
- Estas bien? - pregunto Faris
- Estoy algo sorprendida, últimamente solamente me passan cosas algo extrañas, y no se si estoy lista para tanto cambio.- miro a faris con su más triste y preocupada mirada.- siempre he sabido que yo y Vincent éramos diferentes pero creí que éramos únicos, jamás me atreví a relacionarme con otros niños, y eso que el circo siempre estaba lleno de ellos, Lee Ri fue la única que logro entrar a mi corazón, y eso es porque ella también es muy especial, siempre me ha parecido una persona muy dulce y por ello siempre me he mantenido a su lado, pero realmente mi mundo hasta ahora a sido Vincent, aunque es alguien realmente difícil, con su duro carácter…
El silencio invadió la habitación y Faris toco la mano de su querida Vistyn.
Ella siguió hablando.
- Él,  no es bueno…- al decir aquello  Vistyn le callo una lagrima.-  Nuestros padres nos han educado, creyendo en hadas, cuentos magia, quiromancia, y hablándonos de ver más allá de la vista, yo desde muy pequeña he sido conciente de mi capacidad de lograr que los humanos se calmen, de lograr que el amor y el crecimiento fluyan de forma  algo distinta, incluso, a veces creo que entiendo algunos animales… Pero Vincent..ay mi Vincent… Maldita alma perdida, nació enfermo, Vincent tiene 2 años menos que yo, y aun recuerdo como se me partió el corazón al saber que jamás tendría cabello, que jamás podría tocarle el sol directo a su fina y enferma piel… y con los años… su piel quedaba marcada, por unas manchas negras en forma de enredadera, Vincent esta maldito, y lo se, nada cura aquellas marcas que tanto dolor le hacen sentir, solo yo…
Vistyn se tapo los labios, miro apenada a Faris y mientras afirmaba con la cabeza dijo:
- Solo le curo yo.
Cerro sus ojos apenados, y los volvió a abrir, era conciente de que gracias a ella él no sufría tanto, su hermano la necesitaba, y aunque ella le amaba, sabia que Vincent solo lograba hacerla sufrir,  y ahora que había probado la felicidad, temía perderla.
Vincent era duro, seco y firme, iba y venía, y solía desaparecer durante días, los cuales Vistyn sufría muchísimo, y se sentía sola, era la primera vez que tras una marcha de Vincent ella no había estado esperando lo, y por ello se sentía egoísta.
Pero quien cuidaría de él, ella era la única que podía cuidar sus heridas, y estaba segura que el sufrimiento que le había de  pasar Vincent no era ni la mitad de lo que el mismo sufrían ahora ellos. El dolor emocional, la continua lucha con su monstruo interno, más el dolor físico de aquellas marcas, siento una pena enorme por él.
Miro a Faris, y le murmuro:
-Tengo que volver. Le quiero mucho, y es mi hermona, quin curara sus heridas?
Faris asintió con al cabeza, no tenia muy claro que le sucedía, pero si creía que era necesario volver y ya se había calmado eso harían, Faris hablo con rayjin el cual sedado por el efecto de Vistyn afirmo tranquilo que podían irse esa misma noche, incluso les invito a volver otro día.

Al cabo de unas horas ya estaban en las afueras, donde Faris dejo a vistyn junto a su caravana, se dieron un largo abrazo, ambos sabían que huir de aquello no era la solución, debían afrontar el problema, para así poder ser felices juntos, Vistyn  no sabía como iba a afrontar aquello, ni como explicarle a Faris la relación que tenía con su hermano antes de estar junto a él, como explicarle que lo único que calmaba el dolor de su hermano era el cuerpo de la muchacha, lo miro apenada, y le recordó que solo con él lograba sentirse bien, le beso en la mejilla, y se separaron esta vez, una horas después muy entristecidos.
Faris se marcho agotado a casa, sabía que sus padres agradecerían que llegara ese mismo día y no el siguiente, pero tenia claro que ese lunes no iría a clase, estaba demasiado agotado y tenia demasiado en lo que pensar.

Vistyn entro en la siniestra charraban de Vincent, donde lo encontró dolorido en el suelo intentándose calmar el dolor con hielo, una mancha en forma de  planta enredadera ya le cruzaba la mayor parte del brazo, y las rosas que antaño habían salido de la enredadera se habían secado, le impacto a Vistyn que en la enredadera hubiera la sombra de un muchacho, eso jamás lo había visto antes, pero el rostro de completo dolor de vincent le apeno y dejo de fijarse en aquello, Vincent estaba sentado en el suelo, pálido totalmente solo llevaba un largo vestido negro ajustado que solo acentuaba más su esquelético toroso, y esa pálida y marfilada piel, levanto al cabeza agitado, no llevaba su ostentosa peluca negra, y mirando hacia arriba dejo ver todo los huesos de su cara, y su largo y delgado cuello que se estiraba mostrando aquella cabeza sin ningún rastro de tener cabello, aquella mirada sin cejas, sin maquillaje, sin pestañas… sin nada, aquel rostro vacío, aquéllos grisáceos y secos labios gruesos, y su penetrante mirada oscura, aquellos gigantescos ojos que algo ojerosos la miraban sin pestañear.
Vistyn  lo miro entristecida, y se sentó junto a él, eran totalmente contrastados, ella era tostada y el blanco y la extensa melena de Vistyn parecía una burla a aquella cabeza sin ni siquiera cejas.
Vincent la miro como una bestia salvaje intentando mostrar fuerza intentando evitar que se notara todo el dolor que estaba sintiendo, pero vistyn sabía comos furia, notaba el sufrimiento de su hermano, y notaba el cuanto le quería, a veces soñaba con curarlo, soñaba con lograr que se quisiera a si mismo, y que de una vez por todas viviera en paz, quizás entonces él fuera un hombre fantástico, toco cuidadosamente la enredadera del brazo, y beso una de las rosas marchitadas que se veían estampadas en el brazo, al besarlas vincent no pudo evitar jadear, la rosa se volvió abrir mostrándose más azul y más grande que nunca, los besos que Vistyn en el esquelético brazo de su querido hermano, iban curando aquella triste enredadera convirtiéndola en una especie de tatuaje rodeado de preciosas rosas azuladas, Vincent estirado en el suelo totalmente sedado por aquella paz, jadeaba y gemía, sus ojos entre cerrados dejaron caer una lágrima, realmente solo Vistyn lograba hacerle sentir paz.
Durante unos segundos todo su cuerpo dejo de dolerle, como amaba a su hermana, como la necesitaba, y èl odiaba necesitar a alguien.
Vincent, no quería hacerle más daño, pero no pudo evitar tocar sus labio y besarlos, le dolía perderla, pero sabía que no podía ser solo suya, o quizás si.
Vistyn dejo que su flaco hermano la rodeara con los brazos, mientras Vincent le miraba a los ojos y afirmo con un tono algo duro:
- Eres mía.
Vistyn aparto la mirada, se quedo mirando al suelo, pensando en Faris, ella lo sabia,  jamás podría ser completamente de otro, Vistyn era de Vincent, ella era su medicina, ella era su mascota, siempre había sido así, como iba a lograr salir de aquella citación, le parecía algo insostenible, ella solo podía ser de Vincent. Noto como se le partía el corazón.
Vincent sin permiso la agarro de la cabeza y la beso intensamente, y Vistyn sintió el dolor, la pasión y la dureza de vincent, sus besos no eran como los de Faris, dulces y suaves eran pasionales fríos y salvajes, el carácter doliente de Vincent dejaba a Vistyn totalmente sometida en una relación absorbente y algo vacía, pero sentía que aquel era su verdadero deber y no podía escapar de aquello.
Vincent disfrutaba sin más de aquella cura, de su medicina, de su vida de escape,  desnudando a su querida y frágil hermana, dominado su mente con frialdad y calculo, obligándola y sometiéndola a aquello.
Vincent disfrutaba tanto poseyendo a su querida hermana, en esos momentos mientras estaban en la cama, Vincent decidió que no quería que fuera de nadie más, lucharía por quedarse la, ella era solo suya.




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